Una actividad física adecuada se puede realizar a diario sin acudir a un gimnasio. Un paseo diario de al menos 40 minutos ayuda a controlar nuestra tensión arterial y los problemas de corazón. Opciones como pasear por el jardín, los paseos en bicicleta, la natación, realizar en casa ejercicios aeróbicos etc. son buenas para mantener una buena salud cardiovascular.
Al envejecer, nuestras venas y nuestras arterias son más sensibles y están más predispuestas a ciertas enfermedades. Las alteraciones vasculares son más frecuentes en la vejez.
Los vasos que llevan la sangre desde el corazón a la demás partes del cuerpo son las arterias. Trabajan como distribuidoras de la sangre. Las venas constituyen una red colectora que lleva la sangre de todas las partes del cuerpo hacia el corazón.
Cuando las venas y las arterias envejecen, se produce un engrosamiento de los vasos sanguíneos, que se endurecen. En las capas interiores de estos conductos se produce una disminución de la luz que las arterias necesitan para que haya una buena circulación sanguínea, es decir, se hacen más estrechas. Si el aumento de la tensión sanguínea se manifiesta de forma permanente, recibe el nombre de hipertensión arterial.
La hipertensión es un factor de riesgo importante en todo tipo de enfermedades y es una de las principales causas de los accidentes cardiovasculares y cerebro vasculares. Para vivir más y mejor es indispensable cuidar nuestra salud cardiovascular mediante unos hábitos para una vida sana.