Situamos las copas en la mesa de manera que su número dependa del tipo de comidas que se sirven, y será de dos a cinco, según el nivel de protocolo.
Si el encuentro es informal pondremos copas para el agua y para el vino. Si se trata de un encuentro más ceremonioso, se pueden incluir una copa de aperitivo, otra para el vino negro, la copa de vino blanco y la copa del agua, además la copa para el cava.
Las copas se colocan en la parte superior del plato, ligeramente a la derecha y en diagonal. Aunque siempre y aún aparecen nuevas propuestas hay un par de estructuras básicas para la disposición:
• En forma de tubo de órgano. Alineadas según su medida, desde la más grande en la izquierda hasta la copa más pequeña, a la altura del cubierto que se encuentre mas a la derecha.
• En forma de pomo. Las tres primeras copas, desde la más grande se colocan en forma de tubo de órgano y las otras dos, la del licor y el cava se sitúan detrás.