Una atmósfera natural invadirá nuestra casa esta Navidad. Los adornos que más se llevan este año están realizados con materiales como el mimbre, serrín, ramas secas, hojas y frutos secos. Los decoradores nos proponen ambientes en los que conviven en armonía cintas de colores y los destellos del dorado, la plata y la purpurina.
La decoración de nuestra casa puede ser más sencilla de lo que nos imaginamos. La clave está en que elijamos materiales inspirados en la naturaleza y que los rodeemos del ambiente y la luz justa para que no se produzcan ambientes recargados.
Un elemento decorativo típico como la corona para colgar en la puerta de casa la podemos elegir cien por cien natural. Las encontraremos fabricada con ramas secas, en musgo de cultivo, laurel, mimbre o algodón. Otra opción son las coronas de tela en tonos clásicos, como las realizadas en tela de saco. Las decoramos a base de cintas moldeables y añadimos solamente uno o dos elementos, como bolas o estrellas.
Si elegimos un árbol natural, cuando pasa la Navidad, podemos plantarlo. Si no queremos complicaciones los hay artificiales y con formas recortadas que resultan decorativos todo el año. Los hay de serrín, corcho, madera o algodón y quedan muy divertidos colocados sobre un aparador.
Las velas dan color y calidez a los ambientes. Redondas, como bolas, con cintas adheridas o con formas de estrellas. Todas combinan con otros complementos en cualquier rincón. Las podemos combinar por colores formas y texturas. Las podemos encontrar deliciosamente perfumadas.
Replicas de animales, angelotes y otras figuras pueden acompañar a Papa Noel. Apostemos por muñecos muy naturales, realizados al estilo de antaño, figuras de corcho o de madera. Las eternas bolas de Navidad son los adornos Navideños que permiten toques barrocos y sofisticados.