Mi abuela nunca se equivocaba al decir que "en abril aguas mil", o que "hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo". Actualmente los meteorólogos parecen tener problemas para predecir el tiempo, a pesar de los ordenadores...

Si queremos pronosticar el tiempo podemos meter una piña de abeto en un horno precalentado. Cuando esté tan seca que se le hayan abierto bien las escamas, podemos sacarla.

Esta piña ahora será sumamente sensible a los cambios en la humedad atmosférica; cuando esté seco el aire y es probable que haga buen tiempo, las escamas se abrirán por completo. Si va a hacer mal tiempo, las escamas estarán parcialmente cerradas. Cuando vaya a llover, la piña estará cerrada por completo.

Podemos convertir la piña en un avestruz, sigamos los pasos para hacer esta manualidad: necesitamos una piña de abeto, un cuadrado de cartón de 5 cm cuadrados, un trozo de cartulina gruesa de color blanco, cable de cobre, flexible pero bastante grueso, unos alicates para trabajarlo, una navaja afilada y acuarelas para pintar.

Juntamos tres trozos de cable de cobre y los enrollamos; los abrimos por un extremo para formar las patas que reposamos en el cartón banco.

Unimos las patas al cuerpo (que será la piña), con adhesivo o cola. Si queremos también lo podemos unir con plastilina que es más rápido, pero menos duradero.

Hacemos el cuello y la cabeza del avestruz con cartulina dura y, después de pintarle el cuello y los ojos, insertamos el extremo del cuello en una ranura de la base de la piña. Para hacer la ranura necesitamos la navaja afilada. ¡Cuidado!