La fruta, además de todas las características nutricionales que posee, tiene también ventajas en la cocina que, aplicadas de diferentes formas y utilizando algunos trucos, nos pueden hacer disfrutar de ellas. Psss!!! La fruta es el mejor secreto guardado en verano, y en otoño, en invierno, en primavera,... y durante todo los meses del año.

La pera, la jugosa y rica pera, es un alimento que pueden comer los diabéticos porque mantiene el control de azúcar en la sangre. Comiendo pera ayudamos a estabilizar los niveles de colesterol. Mantenemos a raya el colesterol.

Consumir peras es muy recomendable en las dietas de pérdida de peso. La pera tiene un gran contenido en fibra, sacia el apetito y limpia el organismo. La pera alivia las digestiones pesadas. Si queremos que se conserven durante más tiempo debemos dejarlas con el rabo hacia arriba.

Un truco en la cocina para madurar los kiwis que están demasiado verdes: los metemos en bolsas de plástico junto con una manzana o una pera. ¡Mañana están en su punto!

Cuantas veces la fruta fresca cambia de color después de pelarla, si queremos evitar esto debemos rociarla con unas gotas de limón. Así evitaremos que la fruta, cuando esté pelada, se oxide y cambie de color.

La vitamina A es un rico antioxidante. El melón y la sandia son muy ricos en esta vitamina, además, son muy refrescantes y diuréticos. La sandia tiene muy pocas calorías, por lo que es muy adecuado en dietas de adelgazamiento e incluso puede ser comida para diabéticos y enfermos del corazón.