Destripar y pelar un conejo - Economía

viernes, 9 de noviembre de 2012

Destripar y pelar un conejo



Algunos de nosotros, por edad, hemos ayudado a nuestras madres a destripar un conejo, de los que criabamos del corral, para la paella del domingo. Los días de fiesta se hacía una comida especial. Muchas familias subsistieron gracias a la cría de conejos.

Hoy el conejo se compra limpio en el híper, sin vísceras y listo para cocinar. Pero ¿cuántos de nuestros hijos o nietos serían capaces de llegar a este punto con el animal para sobrevivir? ¿Serían capaces de ver al conejo como alimento y no como un "animalito"? Seguramente, no.

Preparar un conejo para alimento

Este es un blog para la autosuficiencia y, después de tres años juntos, consideramos que ya hay la suficiente confianza para hablar claro. Antes éramos más optimistas respecto al futuro del país; hoy no descartamos la posibilidad de la granja y un huerto autosuficiente para la supervivencia.

Inmediatamente después de sacrificar al conejo (con un golpe seco en la nuca) debe colgarse de las patas traseras para que la sangre corra a la cabeza y se conserve la carne blanca.

Hay que destriparlo antes de pelarlo, para evitar que las vísceras den mal gusto a la carne. Para ello, cortamos la piel del vientre hasta el ano. Así podremos sacar las vísceras del conejo. Hay que procurar que no se rompa la vejiga de la hiel, pues podría dar mal gusto de la carne. Y, si queremos, conservamos el corazón, el hígado y los riñones. Destripar un conejo no es un trabajo sucio, pero tiene un olor característico.

Separamos la carne de la piel en la incisión del vientre, despegándola cuidadosamente con las manos. Prolongamos el corte desde el ano por las patas traseras hasta la articulación de las rodillas, aquí cortamos la piel alrededor de las patas, con un cuchillo afilado, Se pelan la piel de las patas traseras tirando hacia la cola, y se corta ésta.

Se pela la piel del cuerpo hacia la cabeza. Cuando llegamos a las patas anteriores, cortamos y actuamos igual que con las patas traseras. Llegamos hasta la cabeza del conejo y cortamos a la altura del cuello quedando la cabeza separada del cuerpo y de la piel. Es aconsejable lavar el conejo cuando acabemos.


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