Jubilación y calidad de vida - Longevidad

lunes, 5 de noviembre de 2012

Jubilación y calidad de vida



Para llegar a este periodo de nuestras vidas en plenas facultades, tenemos que ocuparnos de que sea así mucho antes de que la vejez "nos caiga encima".

Por desgracia, si miramos a nuestro alrededor veremos muchos casos en los que esto no ocurre. El primer factor en provocar desánimo en esta etapa de la vida es la llegada de la jubilación. Pensamos que a nosotros no nos va a llegar nunca... Y, ¡llega!

Jubilación felíz

Sentimos que, a pesar de la jubilación, tenemos, aún, mucho que ofrecer. Canalicemos este "mucho que ofrecer" en hacer aquello que no hemos podido disfrutar nunca porque trabajábamos.

Tenemos que sentirnos dispuestos y evitar convertirnos en viejos quejumbrosos, enfermos y que solo saben compadecerse de sí mismos. No podemos cerrarnos y descartar la escena social moderna; no solo debemos centrarnos en los amigos de nuestra misma edad, los jóvenes nos pueden aportar mucho. Es bueno relacionarnos con personas más jóvenes que nosotros.

Hay quien, tras la jubilación, decide cambiar la residencia. Bueno, pero hay que pensar muy bien antes de mudarnos y asegurarnos de que nuestro nuevo hogar queda suficientemente cerca, en previsión de futuras visitas, de nuestros hijos y parientes. Igualmente debemos estudiar antes los servicios sanitarios y de transporte públicos.

Puede que no nos hayamos planteado realizar ningún trabajo, pero nos sorprenderíamos de las muchas oportunidades que se le presentan a un jubilado. Hay quienes piensan en hacer una pequeña granja en el jardín de su casa; también se puede pensar en poner una pequeña tienda, que además significa la oportunidad de entablar nuevas amistades. Podemos recurrir a algún centro de beneficencia, en ellos siempre se necesitan voluntarios; de este modo, además de ayudar a otros, también nos ayudamos a nosotros.

También podemos dedicar los años de retiro a enriquecer la cultura propia. Cuando se es joven, los estudios acostumbran a dirigir hacia una profesión, pero a esta edad pueden orientarse a provecho propio.

Tanto en hombres como en mujeres, la calidad de vida va ligada a la salud. Es corriente padecer pequeños achaques. No hay que posponer las visitas al médico. Muchos de los males de la tercera edad se dice que son crónicos porque los pacientes no hacen otra cosa que pensar en su salud. Mantener la mente ocupada es una pieza esencial en la medicina preventiva.


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