Aunque el sol es fuente de vida, también lo es de destrucción si no sabemos protegernos de él. La piel que tanto cuidamos limpiando e hidratando puede destruirse en cuestión de segundos si no somos capaces de protegerla de los dañinos rayos solares.

De todos modos, si la exposición solar la realizamos con protección y de forma gradual, no tiene porqué suponer problema alguno y subirá nuestra autoestima al vernos con mejor color. Siempre con moderación. Aquí van algunos Consejos para el bronceado.

Lo primero antes de tomar el sol es saber en qué momentos nos podemos exponer a la luz solar. Las peores horas para tomar el sol son las comprendidas entre las 10 y las 16 horas ya que los rayos solares tienen un mayor nivel de radiación ultra violeta, lo que los hace más dañinos para nuestra piel.

Además, para la exposición solar, la piel debe ir preparada con una buena capa de crema de protección solar. Los índices de protección nos indican el tiempo que la crema nos protege, por ejemplo, un factor de protección 20 nos permite exponernos al sol 20 minutos como si tan solo hubiéramos estado expuestos un minuto. Los protectores solares deben aplicarse una media hora antes de la exposición al sol, y deben renovarse frecuentemente.

Si bien tomar el sol es sano por la producción de vitamina D, los bebés no deben exponerse de forma directa al astro rey. Los niños menores de tres años y los ancianos deben hacerlo con muchísima precaución, protegidos por cremas en periodos cortos.