Comer sano fuera de casa - Nutrición

lunes, 5 de marzo de 2012

Comer sano fuera de casa



Si debido a nuestro trabajo nos vemos obligados a comer fuera de casa cada día, estos sencillos consejos van a ser muy útiles y nos permitirán encontrarnos en plena forma. No debemos comer demasiado. Es suficiente un plato único que sea carne o pescado, con guarnición de verduras, terminando con fruta o yogurt. Así evitaremos la pesadez y la somnolencia.

Los platos hervidos, a la plancha o cocidos son los de mejor elección, ya que van a ser los más adecuados para nuestro organismo y son los menos pesados.


Evidentemente, nuestra comida fuera de casa es mejor sin alcohol. Un poco de vino es digestivo, pero debemos tener en cuenta que, al volver a nuestro trabajo, estaremos menos despejados y nuestra atención posiblemente sea menor.

Las salsas y las mahonesas son pesadas; por ello, lo mejor si comemos fuera de casa es aliñar las ensaladas sólo con aceite y vinagre o limón.

Una buena opción es tomar un tentempié al mediodía y hacer una comida completa cuando regresamos a casa. Podemos evitar el cansancio físico e intelectual causado por el trabajo consumiendo con frecuencia alimentos ricos en vitamina B. Es importante que comamos quesos, leche (o lácteos) y huevos.

Aunque nos guste más el pan blanco, debemos tener en cuenta que la harina, al refinarse, pierde muchas propiedades y vitaminas, como por ejemplo algunas del grupo B, que tiene el trigo integral, beneficioso en el proceso digestivo.

Algunos condimentos y especias, según nos dicen las últimas investigaciones, pueden actuar como antioxidantes, porque controlan los radicales libres y el envejecimiento; atraen las toxinas, las eliminan y, por lo tanto, retrasan el deterioro del organismo. Siempre que no tengamos problemas de estómago ni hemorroides, son recomendables.


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