Bien tumbados relajamos la nuca - En forma

viernes, 9 de diciembre de 2011

Bien tumbados relajamos la nuca



Tumbarnos y permanecer tumbados correctamente es algo que se puede aprender. Con estos consejos, al hacerlo, cuidaremos la zona lumbar de la columna vertebral y, también, la cervical, que son las que sobrecargamos más a menudo.

Damos un paso grande por encima de nuestra colchoneta y nos arrodillamos con la pierna trasera, mientras el torso permanece erguido. Después, nos colocamos a cuatro patas, poniendo la pierna delantera al lado de la trasera. Nos sentamos de lado y nos tumbamos girando hasta tocar el suelo con la espalda.


Nos relajamos mientras permanecemos en la posición más recta posible. Dejamos caer los pies hacia los lados, mantenemos los brazos paralelos al cuerpo y las palmas de las manos mirando hacia el suelo. Nuestra zona lumbar debería tocar el suelo. Lo podemos comprobar intentando colocar una mano por debajo. Inclinamos la pelvis hacia delante, procurando que toda la columna vertebral toque el suelo. Apoyamos también la zona cervical.

Una vez bien tumbados, cerramos los ojos. En este momento recordamos la gimnásia facial, concentrando nuestra atención en el cuello y la nuca. Movemos ligeramente la barbilla hacia el pecho, así la cabeza se alza unos centímetros del suelo. Mantenemos esta posición de 5 a 7 segundos, respirando regular y tranquilamente. Durante este ejercicio el resto de los músculos no entran en juego.

Colocamos la cabeza lentamente en la posición inicial y relajamos los músculos. Lentamente y sin esfuerzo, iremos relajando las tensiones por completo. Repetimos el ejercicio.


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