Manos de seda - Belleza

martes, 6 de diciembre de 2011

Manos de seda



Una caricia de nuestras manos dice mucho de nosotros. Nuestras caricias pueden ser de seda si las manos están bien cuidadas. Quedaran mucho más suaves con éste preparado natural: cocemos una patata y, una vez fría, la aplastamos. Le añadimos dos cucharadas de leche y otras dos cucharadas de miel. Con esto hacemos una pasta homogénea y la aplicamos sobre las manos quince minutos. Luego, la retiramos con agua fría.

En invierno el frio puede producirnos sabañones y grietas en las manos que van a ser difíciles de curar; por ello, es mejor prevenir. Podemos proteger nuestras manos del frío llevando siempre unos guantes de lana. Por otra parte, el exceso de humedad también puede estropearlas. Protegeremos nuestras manos del agua si nos ponemos guantes de goma para fregar.


También podemos utilizar baños de azúcar contra las asperezas en las manos. Mezclamos con la crema de manos habitual un poco de azúcar. Al masajearlas hasta que quede prácticamente disuelto, los granitos de azucar van a ir arrastrando pieles muertas. Luego las lavamos y secamos bien para, finalmente aplicar más crema, "la de siempre", pero ahora sin azúcar. Además, este masaje activa la circulación de la sangre.

Con los años, las manos sufren el paso del tiempo y aparecen manchas en la piel. Podemos disimularlas con cremas de las que se venden en las farmacias. Pero, si queremos hacer un producto natural, mezclamos agua y azúcar con una punta de nácar molido. Aplicamos la mezcla resultante durante varios minutos y, si la mancha no es muy oscura, funciona.


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