Los saludos tienen lugar durante el acto de presentación o en algunos actos más ceremoniales. Pueden ser con un choque de manos, un beso en la cara o se puede saludar besando la mano.
El choque de manos es el gesto utilizado por toda la sociedad occidental para saludar. La presión ejercida no ha de ser ni mucha ni poca, ni ha de durar poco tiempo ni mucho.
El beso en la cara, o beso social, consiste en dar uno o varios besos en los carrillos. Se da entra hombre y mujer, entre hombres, entre mujeres y cuando son familiares. Hay que tener presente, sobre todo, que la mujer es la que decide que la besen, haciendo el gesto de coger la mano y avanzar el cuerpo. La excepción a la regla es cuando se trata de una persona de edad avanzada o cuando se saluda a un superior, casos en los que deciden ellos.
El besamanos es la forma de que un hombre y una mujer se saluden cortésmente, se practica con señoras de posición elevada o digna de un respeto especial. Consiste en dar un beso, sin ruido ni humedad, en la mano derecha de la señora. Un cumplimiento intermedio es acercar la mano de la señora y hacer una inclinación rápida de cabeza. Antiguamente se hacía servir este saludo para señoras casadas cuando se encontraban en lugares cerrados.
No se utiliza este tipo de saludo cuando la señora lleva guantes o cuando está tras una mesa. Las mujeres y los militares no tienen por que sacarse los guantes para saludar. Los hombres de civil se quitan los guantes, y también se han de quitar el sombrero para adoptar una postura correcta, sin cigarros en la mano ni la mano izquierda en el bolsillo.
El saludo de despedida puede ir dirigido a un colectivo en general, excepto a las personalidades que han de ser nombradas expresamente. Tradicionalmente, tanto en la presentación como en la despedida, las señoras permanecen sentadas mientras son los hombres que se levantan.
Los caballeros españoles de la Edad Media se saludaban con un beso en los labios, esto ocurre actualmente en Rusia. Los musulmanes pueden dar un beso en la mano o en el hombro, ya que lo consideran menos intimo que el rosto. Respecto al número de besos que hay que dar en la cara, varía según el país: en España, dos; en Argentina y Uruguay, uno; en Francia tres, etc. En los Estados Unidos es frecuente que entre familiares o amigos de confianza se den besos en los labios (con la boca cerrada), diferenciándolos de los que hacen a la pareja.