Cultivo de tomates - Economía, Nutrición, Plantas

martes, 10 de mayo de 2011

Cultivo de tomates



Desde que existen variedades nuevas de tomate, es posible su cultivo en una gran extensión de tierra y en el alfeizar de una ventana. Las variedades del tomate son innumerables, los redondos de todos los tamaños - desde aquellos que son más pequeños que un terrón de azúcar hasta los demasiado grandes para cogerlos con una mano -, hasta los tomates en forma de ciruela, los tomates amarillos y los listados.

La forma más común de cultivar tomates en la intemperie es en cordón, con plantas de un solo tallo. Pero también encontramos en el mercado variedades arbustivas y enanas, estas últimas de menos de 15 cm; van extendiéndose por el suelo, que debe estar bien drenado y al que se le ha incorporado el otoño anterior una buena cantidad de materia orgánica bien descompuesta.


Si fertilizamos la tierra con abono orgánico poco antes de plantar los tomates, las plantas serán numerosas, pero no darán fruto. Los tomates crecen bien en mezcla para macetas y en sacos de turba fertilizada y necesitan abono líquido al final de su crecimiento.

Buscamos un lugar para plantar los tomates que sea cálido y soleado. Los muros o vallas orientadas al sur son las más convenientes, por el sol y porque hacen de cortavientos.

Los tomates se crían bien de semilla. Hay que comprar una variedad de intemperie y sembrarla en cajas o macetas de siembra hacia finales de marzo o principios de abril. Se colocan las semillas a 2,5 cm de distancia o se siembran dos semillas en cada maceta de 7,5 cm. Se riegan bien y se cubren con un periódico hasta que germinen. Se ponen en un lugar cálido y oscuro y, tan pronto brotan las plántulas, se quita el periódico y se colocan en un alfeizar cálido orientado al sur, a plena luz.

Cuando aparezcan las primeras hojas se trasplantan las plántulas fuertes de las cajas a macetas individuales llenas de mezcla para macetas. A partir de mediados de abril se empiezan a endurecer las plantas colocándolas en cajoneras. También podemos dejar las plántulas dentro de casa el mes de mayo y plantarlas el mes de junio en la huerta.

Hay que plantar las tomateras con cuidado. Se vuelcan las macetas y se sostienen por la bola de tierra, no por el tallo. Se plantan con toda la tierra pegada a las raíces, separándolas 75 cm cuando hay más de una hilera.


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