Con la escritura dejamos la prehistoria para entrar en la historia. Su invención se produjo de forma independiente en distintos lugares del mundo. Desde el momento en que aparece la escritura el hombre empieza a dejar documentos escritos sobre su forma de vivir y su cultura. Así, nuestro conocimiento de las civilizaciones con escritura se basa, ante todo, en los textos escritos y no en los restos arqueológicos, como ocurre en el caso de la prehistoria.
La escritura se convirtió en una necesidad tras la aparición de las ciudades, en las que se construyen palacios, templos y grandes almacenes donde se guardan diversos productos que el pueblo necesita para subsistir, o donde también se guardan las ofrendas que los fieles hacen a sus dioses. Se lleva un control de los productos almacenados y eso conduce a tener un sistema de escritura, donde antes solo había un sistema de signos.
Aparece la figura del escriba como la persona que se dedica a escribir, asociada al nacimiento de la escritura. Fue un oficio de gran categoría social ya que muy pocos sabían escribir y leer.
La forma más antigua de escritura que se conoce surgió en Mesopotamia, donde el material más asequible era el barro; y ya que en el barro cocido era muy difícil escribir, los mesopotámicos, en el ámbito de la cultura sumeria hacia el año 3000 antes de Cristo, lo hacían cuando el barro estaba húmedo con un punzón.
Poco despué,s los egipcios siguieron en la escritura a los sumerios, pero por medio de jeroglíficos. Se trata de un sistema integrado por más de 700 signos y, en algunos casos, con más de una interpretación posible. Se escribía sobre el papiro obtenido de una planta que crecía en la ribera del Nilo.
Los fenicios fueron el primer pueblo que utilizó un sistema de escritura basado en el alfabeto, formado por 20 signos que representaban sonidos. El sistema fue adoptado por los griegos, ya que era más perfecto que el sistema de escritura que tenían, y lo mejoraron añadiéndole los signos correspondientes a las vocales. Por medio de los griegos, el alfabeto llegó a los romanos y, en la actualidad, en él se basan la mayor parte de las escrituras.
En América la escritura maya fue la que alcanzó mayor desarrollo, basada en glifos, que son representaciones gráficas con un significado silábico. Los pueblos de América Central utilizaban la escritura para sus monumentos, en los que grababan inscripciones.