Las principales causas de muerte en las sociedades occidentales son las relacionadas con el corazón. El estrés, el tabaco y la mala alimentación son factores que dificultan la circulación de la sangre y hacen que el corazón trabaje en peores condiciones.
El tratamiento de las enfermedades graves del corazón, como el infarto, debe estar bajo control médico, pero podemos tener en nuestras manos algunas medidas preventivas saludables, cómo el ejercicio, que debería formar parte de nuestra vida, combinado con una dieta sana. Siempre procurando que vayan los dos juntos, ejercicio y dieta.
Un dicho popular nos recuerda que quien mueve las piernas, mueve el corazón. Esta misma expresión puede hacerse extensiva a las manos, pues quien las mueve estimula y da energía al corazón.
Para estimular el riego sanguíneo, además de andar, también es recomendable hacer diariamente un sencillo ejercicio con las manos. Abrir la mano tanto como se pueda, estirando los dedos todo cuanto podamos. Otro fácil ejercicio es cerrar el puño con fuerza y apretar unos segundos. Repetimos el movimiento lentamente con ambas manos durante un par de minutos.
Desde hace bastantes años se conoce el efecto beneficioso del ácido acetilsalicítico - la popular Aspirina - en las enfermedades del corazón. Toda persona con predisposición o riesgo de accidente vascular o cardiaco debería llevar una aspirina en el bolsillo. Ante los primeros avisos de angina o infarto es aconsejable acudir o llamar a urgencias, pero en el intervalo que media hasta la llegada del médico, pueden evitarse daños mayores colocándose una aspirina bajo la lengua y, con la ayuda de un poco de agua, dejar que se diluya.