El agua de las verduras en conserva lleva acidulantes, una sustancia que se suele incluir en ciertos alimentos con el fin de cambiar su acidez, o hacer que notemos más su sabor.
A los refrescos se les suele añadir acidulante para modificar la sensación de dulzura que da el azúcar. Los acidulantes siempre se han utilizado, aunque se asocian a tiempos modernos.
Ya el hombre antiguo utilizaba técnicas para conservar los alimentos como la salazón y el ahumado, los egipcios utilizaban colorantes y aromas, los romanos utilizaban la salmuera, especias y colorantes para que los alimentos resultaran más atractivos. Los cocineros utilizan métodos para elaborar y conservar los alimentos.
Conviene probar antes el agua de estas verduras para conocer su sabor, si no nos desagrada, el agua que queda cuando hervimos los puerros o los espárragos puede reforzar el sabor de una crema preparada con estos ingredientes.
El líquido de los pimientos se puede añadir a éstos cuando los empleemos en una guarnición con ajo y aceite, o bien cuando formen parte de guisos y rellenos.
El caldo de las judías verdes, cardos o guisantes, lo podemos agregar solo en platos que necesiten más agua (menestras, sopas o cremas), nunca cuando se rehoguen.
El agua de la coliflor o de las coles de Bruselas tiene un sabor muy fuerte, por lo que es mejor que la descartemos.