Conviene como mínimo comer tres piezas de fruta al día. Es un aporte de fibra, vitaminas, minerales y sustancias beneficiosas para el organismo, además de estar demostrado que el consumo de frutas está unido al descenso del riesgo de padecer trastornos cardiovasculares y ciertos tipos de cánceres y enfermedades degenerativas.
La fruta no engorda cuando la tomamos antes de las comidas. Pero como contiene fibra sacia por lo que es buena tomarla entre horas para perder peso. Llegamos a las comidas con menos hambre. Pero en forma de zumo no provoca el mismo efecto: conserva los nutrientes, pero ya no tiene la fibra ya que queda en el exprimidor y después se tira.
Debemos tener en cuenta que el consumo abusivo de la fructosa, que es el azúcar mayoritario de las frutas, como azúcar de mesa eleva los niveles de los triglicéridos de la sangre y engorda. Pero no tiene nada que ver con el consumo como componente de la fruta fresca.
Si tomamos la fruta fresca como postre no fermenta en el estomago. Todos los integrantes de la comida se mezclan con los jugos gástricos siguiendo después el protocolo digestivo juntos.
Los intolerantes a la fructosa no deben comer la fruta. Esta intolerancia es hereditaria, si se come fructosa se produce una baja concentración de glucosa en la sangre, y a la larga daños hepáticos. Los diabéticos pueden comer la fruta siempre controlado las raciones distribuidas a lo largo del día.