Igual que los cabellos, las uñas son parte de la piel. La formación de las uñas puede verse alterada por una carencia en nuestra alimentación y por trastornos corporales. Cuando pasa esto se produce lo que llamamos uñas frágiles, que se rompen facilmente e incluso se abren. Otros trastornos son los uñeros o inflamaciones dolorosas debajo de ellas. Otra dolencia en la uñas son los hongos.

Si queremos un remedio barato y que a la vez sea eficaz para fortalecer las uñas podemos recurrir a una mezcla de aceite de ricino y un poco de limón. Sumergimos la uñas en un bol con esta mezcla y las mantenemos así durante unos minutos repitiéndolo varios días hasta conseguir el efecto deseado.

Para evitar que las uñas se rompan y se abran es recomendable tomar cada día unas pepitas de melón y comer ensalada de pepino durante siete días. Para que el pepino no se repita, conviene no pelarlo del todo, dejando trozos de piel junto con la pulpa.

Una dolencia poco frecuente pero muy molesta cuando se presenta son los hongos de las uñas. Para eliminarlos hacemos una cocción de cascara de plátano verde. Calentamos en un cazo un litro de agua donde hervimos las cascaras de plátano durante diez minutos. Antes de acostarnos, lavamos las manos con jabón anti hongos que encontraremos en farmacias y las secamos.

Seguidamente las lavamos con la cocción de la cáscara de plátano. Secamos bien las uñas con la ayuda de un secador. Separamos y pelamos bien un diente de ajo y lo frotamos bien por las zonas afectadas por los hongos.

Por último encendemos una vela y dejamos caer la cera fundida sobre los hongos. Después cubrimos la mano con un guante de fibra natural y lo mantenemos así durante toda la noche. Hacemos esto mismo durante 90 días consecutivos.