Una mala postura es la causa de muchas molestias en la espalda, tortícolis y dolores de cabeza. La postura incorrecta puede ser causa de un abdomen voluminoso, una cintura gruesa, senos flácidos, rodillas salientes, cuello corto, cadera voluminosa, piernas arqueadas, pies planos y hombros caídos. Vamos a remediarlo.
Empezamos doblando las rodillas y colocando los pies juntos en el suelo cerca de las caderas. Mantenemos las rodillas un poco separadas y colocamos los brazos en el suelo al lado del cuerpo.
Nos imaginamos un profesor que grita: Cintura hacia atrás. Costillas hacia arriba. Orejas hacia arriba. Hombros hacia atrás y hacia abajo. Relájese. Estas son las frases clave que aparecen en todos los ejercicios para la postura. Si nos aprendemos estas frases y su significado, y actuamos según ellas, podremos conseguir una postura correcta y, por lo tanto, una figura casi perfecta.
Para poner la cintura en su sitio, con un movimiento rotatorio de las caderas, empujamos la pelvis hacia atrás haciendo que la parte estrecha de la espalda toque el suelo.
Para poner las costillas hacia arriba las empujamos lejos de los huesos de las caderas, hacia arriba, de modo que, sin levantar la espina dorsal del suelo, haya la mayor distancia posible entre los huesos de las caderas y las costillas.
Para poner las orejas hacia arriba nos imaginamos que alguien nos las coge de forma que el cuello las sigue hacia arriba alejándose de los hombros, mientras mantenemos la barbilla formando un ángulo recto con el cuello.
Para poner los hombros hacia atrás y hacia abajo los mantenemos en el suelo tan planos como podamos y, al mismo tiempo, los empujamos hacia abajo, hacia los pies.
Debemos tener presentes las frases claves en todo el ejercicio.