La camelia es un arbusto o árbol pequeño de corteza casi negra y hojas de limbo duro y espeso, ovaladas y que terminan en punta, dentadas en los bordes y con un envés muy lustroso. Aparecen ya en verano los botones de unas flores de hasta 12 cm de diámetro, rojos, rosas y blancos, que van a abrirse la próxima primavera.
La esposa de Napoleón, Josefina, encargó a su jardinero que cultivase camelias, por ser las flores más bonitas y de más rico colorido que había visto. Esto convirtió a la camelia en la "última moda" en material de flores de ojal. Anteriormente, empleaban las mujeres chinas en el cuidado del pelo, el aceite esencial obtenido por presión de la semilla de la camelia.
En nuestros días la camelia ha pasado algo a segundo plano por la tendencia de sus plantas a perder todos los botones de la flor de otoño. Los especialistas no se ponen de acuerdo en el motivo; unos suponen que las camelias no aguantan bien los cambios de sitio y que las plantas con botones ni siquiera toleran que se giren.
Otros expertos consideran que esto carece de importancia y ven como única causa de la caída del exceso de la temperatura de los interiores, que para ellas no debería pasar nunca los 15º. En cambio no creen que influya, para nada, la sequedad del aire.
Sin embargo, hay otros expertos que ven en la sequedad del aire de las viviendas sometidas a la calefacción central, la causa de la caída de las botones de la flor. Lo cierto que se dan mejor en los países que no son dependientes de calefacciones. Donde mejor crece es en las orillas del mediterráneo.
La tierra de las camelias ha de ser mantillosa o de bosque, no soportan la tierra calcárea. Donde mejor se dan es en invernadero o en una habitación fresca.
Durante el año entero hay que mantener una humedad uniforme en la cepa de las raíces. Únicamente en julio, antes de la aparición de los botones, necesitan menos agua, pero hay que volver a regarlas en cuanto aparecen los mismos.
De junio a septiembre se pude tener la camelia en un lugar semisombreado al aire libre. Todo el resto del año lo pasan mejor junto a una ventana que mire al norte. En el periodo de crecimiento hay que regarlas una vez por semana con una solución de fertilizante completo.