Las selvas ecuatorial y monzónica - Naturaleza, Plantas

domingo, 2 de junio de 2013

Las selvas ecuatorial y monzónica



Las selvas se caracterizan por la gran variedad de especies vegetales que la integran. Se pueden distinguir hasta doscientas treinta especies diversas entre árboles, arbustos y plantas herbáceas. Las encontramos en regiones tropicales, donde la temperatura es elevada y las lluvias son abundantes. Con estas características la atmósfera registra "una calurosa humedad" donde la vegetación brota múltiple y exuberante.

Este anárquico desarrollo de las plantas, además de impedir el tránsito a través de la selva, impide el paso a la misma luz del sol. Y así los árboles se proyectan desmesuradamente hacia las alturas en busca de este elemento vital. Distinguimos la selva ecuatorial y la selva monzónica, determinadas, fundamentalmente, por el clima.

Las selvas

En la selva ecuatorial el periodo seco no llega a durar ni dos meses. Al ser tan corto, el proceso de vegetación no se interrumpe y la selva toma el aspecto que podemos observar en las selvas de África y Brasil. En su interior abundan musgos, helechos y orquídeas que lo invaden todo: troncos, ramas y hojas. También hay abundantes lianas y plantas trepadoras que, aunque se mantienen arraigadas a la tierra, se encaraman sobre los árboles en busca de la luz solar que abajo les falta.

Entre las comunidades florales de las selvas hay que destacar el manglar. Este ecosistema constituye un bosque pobre en especies que se instala en el cieno de las orillas del mar. Habita en zonas que, al menos durante la pleamar, se quedan cubiertas por el agua salada del mar. Sus árboles son de hoja perenne, con poca altura pero muy ramificados.

En la selva monzónica el periodo seco es mucho más acusado. Son árboles son menos elevados y variados que los de la selva ecuatorial. Pierden las hojas cuándo llega la sequía. Es el tipo de selva asiática que surge bajo el influjo de los vientos monzones.

Los monzones se originan a causa del desigual calentamiento de las tierras y los mares. Hay un contraste notorio entre las altas mesetas asiáticas y los cálidos mares del Índico y Pacífico, que se extienden a sus pies. Durante el invierno las tierras se enfrían y sufren el azote de un aire fresco y pesado. En verano reciben los vientos húmedos del mar.

La estación seca de estas regiones selváticas de Asia se corresponde con la llegada del invierno. En verano, la llegada del monzón del mar acarrea fuertes chubascos. Los ríos se desbordan y el campo parece revivir. Su llegada significa frescor agradable, lluvias abundantes y cosecha asegurada.

Si queremos saber más, podemos consultar estas fotos de árboles de los bosques y selvas con sus explicaciones.


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