Para este ejercicio dejamos el cuello y los hombros relajados, así llegamos con más intensidad a la posición deseada. Queremos conseguir estirar la musculatura lateral del vientre, pero también de las caderas y la zona de los hombros.
Prestamos atención durante todo el ejercicio a que la espalda se mantenga ligeramente estirada y no forme una curva, al contrario del estiramiento del cuerpo, en el que hacemos un pequeño ángulo entre nuestra espalda y el suelo.
Nos ponemos en pie. Primero, los pies se mantienen juntos. Comprobamos que la pelvis, la columna vertebral y la cabeza permenezcan estirados. Después cruzamos el pie izquierdo delante del pie derecho y flexionamos ligeramente la rodilla izquierda. La pierna derecha se estira.
Elevamos los brazos hacia un lado y entrelazamos los dedos. Giramos las palmas de las manos mirando hacia arriba y dirigimos los brazos hacia atrás, todo lo que podamos y la zona de los hombros nos permita, sin doblar la espalda.
Nos inclinamos ahora lentamente hacia la izquierda, todo cuanto podamos. Mantenemos la posición cinco respiraciones.
Nos estiramos lentamente y relajamos los brazos colocando los pies de nuevo paralelos. A continuación, estiramos hacia el otro lado.