El ajo, además de ser uno de los principales ingredientes en muchos platos, está lejos de ser un simple condimento culinario; es también un medicamento natural que tiene múltiples aplicaciones. El ajo contiene azufre, presente en el cuerpo humano en zonas como el pelo, la piel y las uñas.
El ajo es vasodilatador, como la aspirina, ya que evita que se formen coágulos que pueden desembocar en trombosis, infarto de miocardio o angina de pecho. Favorece la secreción de jugos estomacales y facilita la digestión. Tiene acción antiséptica y antibiótica. También se hace notar en la flora intestinal combatiendo muchas enfermedades del aparato digestivo.
Los beneficios de ajo se deben en su mayoría al compuesto llamado alicina que actúa contra numerosos virus y bacterias y que es considerado por muchos investigadores como el más potente antioxidante conocido.
Tiene un efecto expectorante, alivia la tos y facilita la expulsión de mucosidades. También disminuye los niveles de azúcar y aumenta los de insulina.
Una buena receta rica en ajo, se elabora con:
- 1 aguacate
- 5 dientes de ajo picados
- Sal
Se deshuesa y vacía el aguacate. Se chafa ayudándose de un tenedor. Se añaden a la pasta los 5 dientes de ajo picados finamente junto con una pizca de sal. Se puede añadir a la pasta unas gotas de limón para evitar que se oxide y se ennegrezca. Para evitar el olor a ajo comeremos un grano de café natural.