Tener los codos resecos es algo muy común. En épocas del año en que tenemos que enseñar los codos, estos aparecen secos y ásperos. Aunque se hidraten todos los días, tienden a escamarse.
El codo es la zona del brazo donde la piel es más gruesa y donde se acumula más melanina, que es el pigmento oscuro que le da color. Por eso los codos pueden resecarse si no se hidratan bien. Incluso, aunque se hidraten, suelen presentar una piel más dura, rugosa y oscura.
Además, la piel de los codos y rodillas se mueve constantemente, lo que hace que esté estirándose y encogiéndose. A esto le sumamos el roce de la ropa día y noche. Además el codo es la zona del cuerpo que se apoya regularmente sobre las superficies, lo que los desgasta aún más.
Si queremos dar a nuestros codos un aspecto terso y bonito empezaremos cuanto antes a realizar un programa de exfoliación para retirar las células muertas. Para ello la piedra pómez es demasiado agresiva, mejor usar un sistema de rascado, seguido de una untuosa hidratación. se puede usar crema de manos, que es más barata y, en general, más rica en lanolina.
Seguidamente, cada tres días, podemos aplicar un tratamiento extra. Cortamos un limón por la mitad y lo frotamos sobre el codo. Su ácido cítrico actúa como exfoliante natural y contribuye a blanquear y aclarar la coloración oscura de esta zona. Después, aplicamos crema hidratante. Observaremos resultados a partir de la primera semana y, en un mes, la piel de los codos estará mucho más suave y tersa.