Decorar con cuadros - Hogar y bricolaje

jueves, 27 de mayo de 2010

Decorar con cuadros



Colgar cuadros en las paredes es una de las formas más habituales de decorar una casa. Aunque es una tarea sencilla, requiere planificación, atención y cuidado. Este artículo explica cómo hacerlo correctamente, evitando problemas.

Si la parte trasera del marco no contiene elementos de sujeción, habrá que ponerlos. Lo más simple y barato es usar alcayatas (hembrillas), esos tornillos que tienen un ojo. Para cuadros pequeños y ligeros, basta con poner una en el centro. Si el cuadro es grande o pesado, es mejor usar dos, situadas en los laterales, a unos diez centímetros del borde superior. En todo caso, siempre se requiere precisión en las medidas.

Vamos ahora a la pared. Si es posible, hay que buscar algún sistema o alguien que nos ayude a visualizar la ubicación. Nos tomamos el tiempo que haga falta. Si en la estancia hay otros cuados o elementos decorativos, como espejos, mantendremos distancias y alturas equilibradas. Si no, una buena opción es situar el centro del cuadro a la altura de los ojos.


Con un lápiz marcamos en la pared la posición donde vamos a poner las escarpias, los tornillos en forma de “L” en los que se enganchan las alcayatas. Si van dos, comprobamos de nuevo las medidas para asegurar que la altura es la misma y la distancia entre ellas, exacta.

En paredes de madera podemos hacer un pequeño agujero con clavo y martillo para, después, atornillar directamente las escarpias. Si la pared es de obra, echamos mano del taladro, con una broca un milímetro inferior a la medida del taco que vamos a usar. Con cinta adhesiva podemos pegar un sobre justo debajo de donde vamos a taladrar, para recoger ese molesto polvo rojizo que suele salir del ladrillo. Ponemos los tacos y atornillamos las alcayatas de forma que sobresalgan medio centímetro.

Listo. Ya podemos colgar el cuadro y observar nuestra obra. Si hemos cometido algún pequeño error y el cuadro queda inclinado, se puede usar un trocito de cartón o plástico para elevar un poco la alcayata más baja. Si el error es grande o nos parece que el cuadro no queda a la altura correcta, podemos quitar las alcayatas del cuadro (nunca las escarpias de la pared) y volverlas a enroscar en otra posición.


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