Limpiar pinceles y rodillos - Hogar y bricolaje

lunes, 10 de marzo de 2014

Limpiar pinceles y rodillos



Cada vez que vamos a pintar y cogemos las brochas y los rodillos vemos que están prácticamente inservibles. La pintura se queda adherida a ellos y se reseca de tal manera que es muy difícil utilizarlos. Para que esto no vuelva a ocurrir vamos a indicar cómo limpiarlos y conseguir que duren mucho más de lo que imaginamos.

Una vez hemos acabado de pintar debemos limpiar las brochas y rodillos. Algunos de estos utensilios incluyen detalles de cómo limpiarlos en los envoltorios, sólo tenemos que prestarles más atención y leer el apartado de conservación. Al leer los envoltorios no solo averiguaremos cómo limpiar los pinceles, brochas y demás, sino que también descubriremos qué tipo de diluyente es el adecuado para cada pintura.

Limpiar pinceles y rodillos

Para limpiar las brochas y rodillos del esmalte podemos emplear aguarrás, parafina, trementina u otros disolventes universales. Por otra parte, para eliminar los restos de pinturas plásticas o con aceite, basta con agua para limpiarlos, aunque antes es importante que los escurramos bien presionando con ayuda de un trapo viejo. Siempre que presionemos con el trapo debe realizarse un movimiento desde la base del pincel hasta los extremos, para no dañar las cerdas. Se trate de la pintura que se trate, es aconsejable finalizar limpiando con agua y jabón convencional.

Con los rodillos ocurre exactamente lo mismo. Tenemos que averiguar qué tipo de disolvente es el que le corresponde a la pintura empleada y limpiarlos antes de que se reseque la pintura. Acabamos lavándolos con agua y jabón para que queden totalmente limpios y se dejan secar. No se tienen que apoyar sobre el rodillo, o la parte que sufra mayor presión quedará aplanada y no esparcirá bien la pintura sobre la superficie.

Una vez hemos limpiado las brochas, para que se conserven mejor, las tenemos que colocar de forma que no se apoyen sobre las cerdas. Por este motivo, es preferible colgarlas en algún clavo ya que; la gran mayoría incluyen un orificio en el mango por el que se suele pasar un cordón. Sólo cuando veamos que la pintura está muy endurecida y no se va, podemos recurrir a sumergir los utensilios en decapante, aunque será sólo unos minutos.


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