Cómo ordeñar una cabra - Animales, Economía

domingo, 19 de junio de 2011

Cómo ordeñar una cabra



Aunque no es raro que a una cabra virgen le suba la leche, esto no sucederá normalmente hasta que haya parido. La primera monta debe dejarse para cuando las cabras tengan de 15 a 18 meses. Algunos afirman que se pueden aparear cabras hasta de siete meses y, si se alimentan bien, no las perjudicará de ahí en adelante; otros dicen que esto les retrasa el crecimiento.

Cuando las cabras se ponen en celo, se les reconoce por el continuo movimiento de la cola, los fuertes balidos, el nerviosismo, la inquietud general y tal vez un ligero flujo mucoso en la vulva. Entonces deben llevarse junto al chivo lo antes posible. Hay que procurar escoger uno bueno. La mayor proporción de éxitos en el apareamiento tiene lugar si se monta a la cabra al principio del celo. Se ponen en celo cada 21 días, generalmente entre los meses de septiembre y febrero.


La gestación dura unos cinco meses (155 días); si estamos ordeñando a la cabra, conviene dejar de hacerlo dos meses antes del parto. Las cabras generalmente consiguen dar a luz felizmente por sí mismas. Normalmente producen dos cabritos. Si uno (o los dos) es macho, hay que decidir si nos deshacemos de él o si lo engordamos para carne. Debe sacrificarse a los cuatro meses y tendrá un sabor parecido al cordero. Los cabritos suelen separarse de la madre poco después del nacimiento y se crían a mano.

Si ya sabemos cómo ordeñar una vaca, sacar la leche de una cabra nos va a resultar muy fácil. El ordeño ha de llevarse a cabo mañana y tarde, todos los días. Sus fuertes balidos nos indicaran cuando es el momento. Debemos tener un cobertizo de ordeño, limpio y separado de la cuadra. Un buen método de ordeño empieza por cepillar a la cabra para eliminar el polvo, partículas de heno, etc. de su pelaje (que podían caer a la leche) y llevarlas después al cobertizo de ordeño.

Nos resultará más cómodo contar con una plataforma elevada en la que podamos subir a la cabra para ordeñarla, ya que las cabras son muy pequeñas y su ordeño pude resultar complicado. Se la sube y se le da algo de comer para mantenerla ocupada y quieta. Se lavan las ubres con un paño limpio y estéril; a continuación se coloca un cuenco de acero inoxidable bajo ella.

Se le pasan las manos por las ubres para calentarlas y para que se acostumbren a nosotros. Después se comprime un par de veces cada pezón, como si exprimiéramos una esponja. Esta primera leche debe tirarse, ya que limpia e inicia el flujo, así que no hay que dejarla caer en el cuenco. Además, como esta leche es la que ha estado más en contacto con el aire exterior, está bastante caliente, particularmente en verano.

Sin embargo, si tenemos las manos grandes y los pezones de la cabra son pequeños, tendremos que tirar de ellos de arriba a abajo. No vamos a lastimar a la cabra aunque apretemos muy fuerte paran sacar la última gota. Cuando hemos acabado, la leche debe cubrirse rápidamente con un trapo limpio.

Se filtra la leche y se enfría metiendo el recipiente dentro de otro con agua muy fría o en la nevera. Se conserva fresca durante dos o tres días, pero hay que cubrirla, porque coge sabores con mucha facilidad. También se la puede congelar cuando se enfríe para conservarla seis meses, o hacer queso y yogurt de leche de cabra.


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