Antes de pensar en las flores, plantas, árboles y arbustos que van a adornar nuestro jardín, debemos pensar en dónde colocarlos y qué clase de flores poner, para cumplir con las necesidades de cada uno de los miembros de la familia.

Las dimensiones y la forma del jardín van a marcar algunas limitaciones. Vamos a estudiar si hacemos alguna zona soleada, si queremos tener una zona de pradera, si queremos seto para preservar nuestra intimidad,... Se tratará de hacer de nuestro jardín una prolongación de nuestro hogar.

Si habilitamos una zona con césped, hay que pensar en su mantenimiento y en su riego, problemático en algunas regiones debido a la escasez de agua. Para elegir el césped hay que tener en cuenta el clima y el uso que vamos a hacer de la pradera. Para ello existen diversas clases de césped que pueden ajustarse según necesidades y presupuestos.

En las construcciones actuales (chalets muy próximos, incluso adosados) algunas especies pueden actuar como barreras, delimitando el espacio. Podemos hacerlo con setos, árboles, arbustos (que no crezcan asilvestrados) o con otro estilo mobiliario de jardín y muebles auxiliares.

Hay que evitar en el jardín plantas que crezcan juntas y sin orden aparente. Tampoco resulta estética la acumulación de objetos ornamentales o un mobiliario excesivo. El jardín es un lugar para disfrutar y descansar, no un almacén ni un escaparate.

Todo jardín debe tener en cuenta la belleza de las flores. Como mínimo, deberíamos tener hortensias o flores de temporada, como las petunias, que mantengan una prolongada floración.