Levaduras y hongos - Naturaleza, Plantas

domingo, 26 de junio de 2011

Levaduras y hongos



Al igual que las algas, también los hongos son plantas talofitas, pero se diferencian de ellas en que no tienen clorofila. La falta de esta preciosa sustancia les hace incapaces de realizar la fotosíntesis y, consecuentemente, se ven obligadas a buscar fuera de sí el alimento elaborado de forma orgánica.

Para ello, los hongos disponen de un talo formado por largos filamentos, llamados hifas, compuestas por filas de células que semejan tubitos. Estos filamentos se presentan tabicados como las cañas o huecos en toda su longitud.


También son diferentes los recursos de que se valen los hongos para alimentarse. Unos se alimentan por saprofitismo, es decir, aprovechando las sustancias orgánicas de materias que se hallan en descomposición, como frutos, cortezas de árboles, abono vegetal para el huerto, o tomándolo sencillamente del mantillo que cubre el suelo.

Otros, más peligrosos, recurren al parasitismo. No se contentan con los desechos y se dedican a vivir a expensas de plantas y animales vivos, a los que arrebatan el alimento y les acarrean consecuentemente la enfermedad y la muerte.

Finalmente, otros, con un sentido más comercial, se procuran el alimento por medio de una simbiosis. Realizan un intercambio de sustancias nutritivas con otras plantas y animales del que salen beneficiadas ambas partes.

Las levaduras son hongos unicelulares de forma ovalada o elíptica que se multiplican por gemación. El hongo forma una célula hija en forma de verruga. Se trata de una yema que irá creciendo progresivamente hasta alcanzar el tamaño de una célula madre.

Entre todas las especies de levaduras que existen, ninguna es tan importante como las encargadas de la fermentación alcohólica de los jugos azucarados. Poseen estos hongos la propiedad de descomponer el azúcar de la cebada, del mosto o de la masa de harina para proporcionarnos la cerveza, el vino y el pan.

También las setas son saprófitas. Viven en el bosque a expensas de los restos vegetales que en el abundan. Cuando llega el momento de la reproducción proyectan al aire un manojo de hifas (filamentos) que acaban por convertirse en los característicos sombrerillos, distintivo inequívoco de los hongos.

Las ricas trufas son hongos de forma esférica y de color negro. Exhalan un agradable aroma y constituyen un bocado exquisito y un carísimo manjar. Para buscarlas se utilizan perros, que las descubren por su olfato. También los cerdos son entusiastas de esta golosina y diestros buscadores que logran sacar con su hocico a flor de tierra el preciado manjar.


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