Este es un ejercicio útil para enderezar la espina dorsal y eliminar la giba de bisonte.

Nos tumbamos de espaldas al suelo con los brazos a los lados y las palmas de las manos hacia abajo. Doblamos las rodillas y colocamos los pies en el suelo cerca de las caderas. Los pies juntos y las rodillas algo separadas.

En nuestra cabeza rebotan las palabras del profesor: "cintura hacia atrás. Costillas hacia arriba. Orejas hacia arriba. Hombros hacia atrás y hacia abajo".

Elevamos lentamente la espina dorsal, levantando las vertebras de una en una, empezando por el coxis (la base del espinazo). Arriba, arriba, arriba... hasta que se ha levantado todo el cuerpo y descansamos el peso en los hombros, en la cabeza y en los pies.

Presionamos el cuello hacia atrás sobre el suelo. No bajamos la barbilla y la mantenemos formando un ángulo recto con el cuello. Mantenemos los hombros hacia abajo.

Descendemos, ahora lentamente, dejando caer vertebra a vertebra, despacio, despacio.

Las caderas están elevadas hasta la parte inferior de la espalda toma contacto con el suelo; entonces hacemos bajar las caderas. Descansamos al final del ejercicio.