Qué necesito para empezar a coser - Costura y artesanías

viernes, 10 de junio de 2011

Qué necesito para empezar a coser



Se dice que la costura es poco agradecida y lo correcto sería decir que no está bien valorada. Empleamos mucho tiempo en coser una pieza a mano, que puede ser una maravilla, pero nuestro esfuerzo no siempre es apreciado por los demás.

Sabiendo esto, si queremos empezar y, siendo novatos, nos animamos a coser, posiblemente las cosas más sencillas van a resultar una pesadilla para nosotros. Cuando cosemos a mano, la primera pregunta va dirigida al tipo de puntada que debemos hacer en el tejido. Nos asalta la duda de saber cual utilizar para que la costura quede bien fuerte, tanto al principio como al final.


Para ello debemos elegir una aguja adecuada para coser la tela. Si esta es gruesa como la de un abrigo, elegimos una aguja fuerte y un poco grande; así, al coser podremos cogerla bien. Cuando cosemos sobre una tela fina, como la gasa o la seda, la aguja debe ser muy delgada y pequeña para que no deje agujero y el daño sobre la tela sea el mínimo. Sean gruesas o finas, deben estar afiladas. Descartaremos las agujas despuntadas y las que estén oxidadas porque nos pueden estropear la tela.

Tras la aguja elegimos el hilo, que debe ser de buena calidad. En las costuras tiene que soportar las presiones, no romperse constantemente cuando estamos cosiendo una pieza. El hilo debe ser del color de la tela; si no lo es, que sea similar pero más oscuro; se verá menos que un hilo más claro sobre la tela.

Los hilos son imprescindibles en la costura. El de hilvanar es de algodón y podemos encontrarlo en el mercado en diferentes colores. Una vez hemos cosido la prenda, es fácil de quitar. Otros hilo, como el de coser, se venden en diferentes tamaños. Para coser un tejido fino utilizamos el de seda y para hacer ojales utilizamos el llamado hilo de torzal.

Para protegernos el dedo anular de la mano que sujeta la aguja utilizamos el dedal, ya que con este dedo empujamos la aguja a través de la tela. Al principio, el dedal, nos puede resultar molesto, pero es mejor que nos acostumbremos a realizar la presión con él y salvar el dedo de las "picaditas de la aguja". En un principio fastidia, pero cuando te acostumbras no sabes coser sin él.

Tenemos todo lo necesario para enhebrar la aguja. Ahora juega nuestra destreza: humedecida una punta del hilo con la boca, la intentamos pasar por el agujero, con un gesto rápido, sin pensar... uf!, cuesta. Podemos comprar en la mercería un enhebrador de hilos. Finalmente, hacemos un nudo en la punta del hilo para evitar que este se escape una vez cosido.


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