Colección de rocas y minerales - Cultura y ocio, Naturaleza

lunes, 17 de febrero de 2014

Colección de rocas y minerales



A veces los colores y la textura de las rocas y las piedras son maravillosos; coleccionarlos puede ser una actividad absorbente. Las rocas se encuentran alrededor nuestro, en muchas zonas pueden estar cubiertas por el suelo, pero en otros vemos las rocas con todo su esplendor: en montañas, cauces y márgenes de los ríos, trincheras de carreteras, caminos y acantilados marinos.

Las rocas que componen la tierra son de dos clases principales: ígneas, que son las "rocas nacidas del fuego", y rocas sedimentarias. Las primeras se han solidificado a partir de materiales fundidos procedentes de las profundidades de la tierra. Las sedimentarias se depositaron en forma de sedimentos - generalmente en el mar - y después se comprimieron formando rocas solidas. Son arcillas, areniscas, las calizas y las argelitas.

Colección de rocas y minerales

Todas las rocas se componen de materiales llamados minerales. Los más importantes son compuestos de silicio, en especial, cuarzo o sílice, que es el principal componente del granito. En la corteza terrestre son abundantes los compuestos de aluminio. La mayoría de las rocas están formadas por varios minerales combinados.

Las dos herramientas indispensables para colectar muestras de rocas y minerales son un martillo pesado y un cincel. Los martillos para geólogos son ideales porque están diseñados para recibir muchos golpes sobre las rocas.

Por otra parte, tarde o temprano tendremos que utilizar un mapa geológico para elegir zonas de rocas diferentes a visitar. A veces se pueden necesitar también unas gafas protectoras, cuándo se cortan rocas particularmente duras como el granito. No se necesitan piezas muy grandes, pero lo bastante para mostrar la gama de componentes minerales.

Unimos a cada ejemplar, con cinta adhesiva, una etiqueta con la fecha y localidad del hallazgo. Las envolvemos con papel de periódico y las llevamos a casa en la mochila. Allí podemos limpiarlas y ordenarlas en cajas y cajones. A algunas piezas conviene darles una capa de barniz transparente para evitar que, con el tiempo, se quiebren (como la pirita y el hierro).


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