Semillas de legumbres - Nutrición

jueves, 16 de junio de 2011

Semillas de legumbres



Las semillas o granos de las legumbres poseen un valor alimenticio tan notable que, con razón, han sido llamadas "carne del pobre". Contienen la misma cantidad de proteínas y de grasas que la carne de vaca y, por lo general, carecen de féculas y azúcares.

Desde el punto de vista nutritivo, el índice de proteínas más elevado corresponde a las habas y las lentejas; les siguen las judías, los guisantes y, en último lugar, los garbanzos.

Legumbres

A parte de su valor alimenticio, estas plantas poseen la virtud de contribuir a fertilizar la tierra y a la nitrogenación del terreno, mediante unas bacterias que viven en sus raíces, las cuales fijan el nitrógeno del aire. No necesitan, por tanto, abonos nitrogenados, pero sí los fosfatados, los potásicos y el yeso.

La alubia, oriunda de regiones cálidas de América, no soporta temperaturas inferiores a cero grados. Si bien adoptan siempre la forma arriñonada, sus características de salud, condimento, color y tamaño, presentan una gran variedad que alcanza hasta el centenar de especies. Así como es muy sensible al frío, lo es también a la excesiva humedad y a la sequia prolongada.

En cambio, el haba, procedente de las orillas del mar caspio, es mucho mas sufrida. Se adapta a todos los climas y soporta temperaturas de hasta cuatro grados bajo cero; pero por debajo de los siete grados muere. Puede desarrollarse perfectamente a base de estiércol, sin necesidad de abonos químicos. Por ser indigesta, pero de alto poder nutritivo, se utilizan también como alimento del ganado.

Las lentejas prefieren un clima templado, más bien fresco, si bien las variantes de invierno sufren mucho menos la humedad. Es preferentemente una legumbre más de cultivo extensivo que de huerta y con mucha aceptación.

También de regiones templadas y frescas es el guisante. Aunque se adapta a diversas condiciones, es más bien un cultivo de primavera, ya que la sequia del verano lo perjudica. Exige mucho aire y mucha luz, y por lo tanto, los terrenos sombríos no le van.

En cambio, el popular garbanzo necesita mucho calor en el ambiente y poco yeso en el suelo, ya que de lo contrario sus semillas, resultan duras al cocer.

Más curiosas son otras legumbres, como la soja procedente de Manchuria. Esta planta produce una especie de leche semejante a la que producen los mamíferos que llega a formar nata e incluso a transformarse en queso.

Finalmente, el cacahuete fue considerado antiguamente como tubérculo, por ser subterráneo, cuando en realidad se trata de una legumbre. El causante de este equivoco fue su tallo, el cual se dobla hacia el suelo después de la fecundación de las flores y hace que los frutos maduren en el interior de la tierra.


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