Las diferencias con los gatos persas son notables: el pelo del gato birmano es de menor longitud, su cuerpo bastante más largo y las patas más robustas y cortas. La cabeza también es muy distinta: ancha, redonda, de gruesas mejillas, con nariz alargada y stop menos marcado que en el persa (el stop es el punto de quiebre entre la frente y la nariz, es decir, la depresión frontal nasal). Los ojos, redondos y pequeños, son de color azul oscuro.
La raza de los gatos birmanos tiene tres características únicas e inimitables: la cola, siempre erguida; la coloración de sus patas, con los extremos siempre de color blanco (o distinto del resto del cuerpo); y los ojos de un hermosísimo color azul zafiro. Para no echar a perder el atractivo de su manto, es importante cepillarlo una o dos veces por semana y darle un remojón sólo cuando es estrictamente necesario.
En cuanto al carácter, el gato birmano es muy inteligente y tranquilo. El refrán "la curiosidad mató al gato" no va con él. Es una raza ideal para vivir en hogares apacibles ya que respeta los objetos de la casa. Adora ser mimado y acariciado, sólo cuando a él le apetece. Soporta mal la compañía infantil y no es amigo de los ambientes ruidosos. No se le debe obligar a recibir cariño, o el rechazo será total.
Como buen felino, en época de celo tenderá a las escapadas, pero no es un incondicional de las excursiones nocturnas, lo que ya es una ventaja importante. Lo desconocido le importa poco o nada, por lo que no hay mucho riesgo de accidentes domésticos.
Existe una bonita leyenda sobre el origen del gato birmano: existió un viejo sabio que vivía consagrado a la diosa Tsun Kyan-Kse en un templo, junto a una magnífica imagen de la diosa, de oro y con los ojos de zafiro, y un gato. Una noche, unos bandoleros asaltaron el santuario y mataron al monje, que cayó a los pies de la divinidad. Entonces se produjo el milagro: el gato saltó sobre su amo en el momento en que este exhalaba su último suspiro, y el alma del anciano pasó al animal. En ese instante la diosa traspasó al gato sus ojos de zafiro y sus reflejos dorados.
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• Birmano, un refinado felino de guantes blancos
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