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sábado, 12 de noviembre de 2011

Llorar es saludable

Si no lloramos, podemos sufrir una serie de trastornos físicos que desembocan en una enfermedad, la alexitimia, que afecta a las personas con dificultades a la hora de exteriorizar los sentimientos. Afecta más a hombres que a mujeres. El término es de origen griego y significa "sin palabras para las emociones".

En y para la historia queda eso de que los hombres no beben llorar; al contrario, el llanto produce lágrimas y, si no las hay, podemos tener serios problemas. Pero, como todo, en su justa medida: el lloriqueo constante también deteriora la salud.


En los ojos, las lágrimas no se encargan solo de lubrificar, sino que también ayudan a eliminar algunas toxinas que nuestro cuerpo no quiere. El llanto es, pues, un proceso que nos libera de las sustancias tóxicas acumuladas, semejante a la sudoración.

Al reprimir las emociones provocamos nervios en el estómago y estos pueden provocar trastornos intestinales, colitis nerviosa o una úlcera de estomago. Y todo por no llorar.

Si no lloramos nuestro corazón también sufre. Hay una relación entre el sufrimiento y las enfermedades cardiovasculares.

Cuando una emoción nos produce llanto, este provoca lágrimas que, sobre todo, son agua, pero que también contienen glucosa, sodio y potasio (por eso las lágrimas son saladas), además de proteínas, como albumina, globulina y lisozima.