
El acné aparece con más frecuencia entre los adolescentes y los jóvenes debido a los cambios hormonales de la edad. Pero la alimentación también influye en la aparición de granos. La mayoría de estos aparecen en espalda, hombros, pecho, cuello y cara. Son espinillas o granos que, sin ser una amenaza grave para la salud, pueden dejar cicatrices.
Tanto para los adolescentes que sufren el acné, cómo para los adultos con granos, la alimentación ha de ser la adecuada. Se debería evitar la leche entera, los excitantes, el chocolate, la grasa animal, las frituras, las especias, los azucares y las harinas refinadas. Tampoco conviene abusar de mariscos, pescados, frutos secos y frutas ácidas (limón, naranja y pomelo).
Estos alimentos, vetados en la adolescencia y cuando se tiene exceso de grasa, se pueden sustituir por harina integral, azúcar moreno, leche vegetal, copos de avena, legumbres, germen de trigo. Además, estos últimos son más saludables.