La achicoria - Cocina, Nutrición, Plantas

viernes, 6 de diciembre de 2013

La achicoria



La achicoria crece de forma vivaz y espontanea junto a los caminos de la península Ibérica, tanto en las partes bajas como en la media montaña.

Es una planta perenne de la familia de las compuestas, tiene los tallos erectos de 40 o 50 cm de altura aunque pueden alcanzar 1 metro. La achicoria florece en verano, con el calor, aunque depende de la altura. A finales de verano las flores de color azul, de hasta 4 cm, se marchitan.

La achicoria

Sus beneficios son notables, especialmente en el aparato digestivo, por la acción tónica y estimulante de los procesos que constituyen la digestión de los alimentos. Consumir achicoria durante su mejor temporada de cultivo, es decir, durante los meses de invierno y primavera, asegura el aporte de minerales, vitaminas y fibra para garantizar el funcionamiento óptimo de nuestro organismo.

La achicoria es una verdura de consumo recomendado por su acción antioxidante, para la prevención de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y del cáncer.

Tiene un alto contenido en vitamina A, que es necesaria para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y es esencial para la visión, el buen estado de la piel, las mucosas y los huesos.

La achicoria es una planta que se puede servir en ensaladas; eso sí, debemos combinarla con otros alimentos que contrarresten su sabor tan amargo. También se puede cocinar como verdura, bien lavada, teniendo en cuenta que en la cocción se pierden parte de sus vitaminas y una cantidad importante de sales minerales quedan disueltas en el caldo. Por esto hay que aprovechar el caldo, bien para tomarlo directamente o bien para utilizarlo en otros platos. La achicoria se puede servir, también, como primer plato, salteada con unos taquitos de jamón.

La achicoria de café se recolecta cuándo las hojas amarillean. Las raíces se cortan en rodajas, se seca a 50º, se tuestan y se muelen. No es café, pero está rica.


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