Cuando entramos en la región boscosa de América del Norte, nos situamos en el comienzo de la zona neártica, que desciende hasta el norte de México atravesando cuatro regiones diferenciadas: la canadiense, la región de las Montañas Rocosas, la de California y la región oriental.

En ellas encontramos familias de animales nada peculiares, además de una veintena de mamíferos y una cincuentena de aves. La fauna de esta región americana presenta características muy parecidas a la europea. Los osos, tejones, martas, lobos, zorras, hurones, nutrias, linces, castores o bisontes tienen sus correspondientes al otro lado del Atlántico.

La región canadiense va desde la región ártica hasta los Estados Unidos. Es la región de las ricas pieles, ya que es la patria del castor, de la marta cebellina, de la nutria de la zorra y de la ardilla.

La región oriental se inicia al sur de los Grandes Lagos y se extiende hacia el oeste hasta llegar a las primeras montañas pedregosas, y por el sur hasta el golfo. En ella se encuentran especies características como el perro mudo. Entre las aves abundan los gorriones, pinzones y buitres americanos. La región oriental es la patria del pavo. También hay muchas tortugas. Entre los reptiles destacan el caimán de Mississippí y algunos ofidios como la serpiente de cascabel.

Las Montañas Rocosas y praderas situadas al sureste de dicha cordillera comprenden una fauna, mezcla de montaña y pradera. En las alturas habitan el carnero montés y la cabra de las nieves, mientras que, en el llano , el antílope y el búfalo recorren las praderas. En las primeras estribaciones montañosas encontramos al gran ciervo wapiti, verdadero gigante entren los cérvidos.