Tenemos una visita inesperada y precisamente hoy hemos cocido col para comer. Bufff, que peste!!! Unos amigos que no vemos desde hace mucho tiempo han llamado por teléfono y vienen a tomar café, con lo que no nos dará tiempo a ventilar bien el piso. Bueno, tranquilos, os podemos recomendar algún apaño rápido.

De emergencia: podemos rociar algunas bombillas con nuestro perfume y encenderlas. El efecto es instantáneo.

Un algodón mojado de aceite esencial detrás del radiador ambienta la habitación. Podemos utilizar algún aceite que produzca la sensación que queramos provocar: esencias de pachuli y de pino, aceites sensuales o, incluso, aromaterapia.

En días de calor podemos utilizar 20 gotas de aceite de limoncillo o espliego con agua en una botella. Si rociamos la habitación con un atomizador, el efecto es tenue pero muy agradable.

Si es invierno y tenemos la chimenea encendida, unas gotitas de aceite de sándalo o de madera de cedro en un tronco, antes de echarlo al fuego, perfuman el ambiente. También podemos echar unas gotas de aceite en los ladrillos calientes.

Siempre podemos encender también unas barritas de incienso, no necesariamente hay que ser un poco hippy pera hacerlo.

Y si queremos conseguir un efecto muy rápido, pero mas sutil, podemos cortar o pelar mandarinas, naranjas u otros cítricos. No es broma: el olor de los cítricos resulta muy agradable y envuelve el olor a col cocida. No conocemos a nadie que diga que este olor es desagradable.