Uno de sus rincones más hermosos y asequibles del Valle de Arán, en Lleida, es el Sauth deth Pish. Se llega siguiendo una estrecha carretera por la Val de Varradós, que discurre en compañía de bosques. El agua esta siempre presente, corriendo por los numerosos barrancos que nos acompañan, en los que son evidentes los efectos de las nieves.

A medio camino, desde los bonitos prados de l'Artiga de Varradós vemos el majestuoso macizo de la Maladeta, con el pico más alto de los Pirineos, de 3.404 metros de altitud: su majestad el Aneto. Tenemos que hacer un alto y contemplar este paisaje.

Al final de este camino asfaltado podemos dejar el coche, caminar unos metros y... ¡el premio!, el Sauth deth Pish; uno de los saltos de agua más emblemáticos de la Val de Arán, con sus 35 metros de desnivel, junto a un lago y rodeado de bosques.

Por medio de un proceso caustico, el agua que viene por El Embut (un sumidero situado en el valle del río Unhola, en Liat) circula por conductos subterráneos, hasta que vuelve a salir de nuevo a la superficie y sigue su cauce.

En su trayecto hay bosques de abetos y pino negro. También hay abedules de corteza blanca y hojas dentadas, cuyas semillas ha transportado el viento y crecen rápidamente en las zonas donde las avalanchas de nieve han cambiado el paisaje.

En la época de verano vemos en los prados y pastos de ésta zona el cardo blanco que, aunque parece un cardo es pariente del apio y de color azul. La leyenda cuenta que la comadreja se restriega con esta planta para protegerse de las mordeduras de las víboras cuando va de caza.