Probablemente la parte más importante de nuestra operación belleza sea elegir una base de maquillaje adecuada para nuestro tono y tipo de piel. Sobre él vamos a trabajar. Atención: extendemos bien el maquillaje, solo en las zonas que lo necesitemos. Las bases que son pesadas y pastosas resaltan las imperfecciones.

Para cubrir las zonas secas y en las arrugas podemos elegir un maquillaje hidratante y ligero, con color, que también nos cubra las ojeras y añada frescura a nuestro rostro.

Un rostro fresco debe lucir unos labios perfectos e hidratados, intensos, que son lo más "chic", por ejemplo, con un tono berenjena o burdeos, que nos sienta bien a todas). Los labios difuminados, en los que podemos aplicar la pintura con un dedo, son más fáciles de llevar que unos labios delineados y remarcados.

No necesitamos dedicarle horas al pelo. Si no tenemos tiempo, con un recogido podemos conseguir un toque de glamur al momento. Con unas cuantas horquillas y un poco de laca, recogemos el pelo hacia atrás y lo atamos con un nudo flojo. Ponemos las horquillas al azar hasta que quede bien sujeto y nos echamos un poco de laca. Para conseguir un look más dulce, nos podemos soltar algunos mechones alrededor de la cara.

Mezclando nuestra crema de día habitual con un poco de iluminador líquido nacarado conseguiremos más luminosidad en el rostro, suavizaremos el aspecto de las arrugas y será una estupenda base para el maquillaje.

Las mejores joyas no son solo para la noche. Si nos ponemos un collar llamativo o una pulsera gruesa con nuestra camiseta favorita, animaremos un conjunto que es de diario, ya parecerá mas de fiesta, "de mudar", más elegante.

Para emergencias es bueno tener unos zapatos salón puntiagudos en el coche o en la oficina; son un básico de fondo de armario.

Con un pañuelo de seda podemos conseguir un elegante y glamuroso estilo retro. Pañuelos de lunares, de rayas, estampados, o de flores, atados al estilo años 50, o un poco más suelto nos darán un estilo desenfadado.