La arena y la grava - Hogar y bricolaje

martes, 19 de junio de 2012

La arena y la grava



La arena es uno de los componentes de morteros y hormigones. Al comprarla debemos asegurarnos de que sea arena limpia, sin ningún cuerpo extraño que pueda provocar daños que no tengan solución. Para saber si la arena está limpia la frotamos en las manos y, si deja marcas, la lavamos.

Según la humedad que tenga la arena, cambiamos las proporciones. Aunque no evitaremos que la arena se cargue de humedad, es mejor guardarla bajo un plástico o una plancha metálica. Con la humedad la arena sufre un aumento de volumen, un esponjamiento.

Arena y grava

Para dosificarla correctamente en morteros u hormigones hay que saber con exactitud el grado de humedad. Como la arena ocupa el mismo volumen en el agua y en el aire, es sencillo deducir el porcentaje de esponjamiento: llenamos un recipiente del cual sabemos su volumen. A continuación, llenamos el recipiente de arena. Puede que haga falta más arena para llenarlo, por ejemplo, 6 o 7 litros de arena para llenar un recipiente de 5 litros.

La grava aporta consistencia y resistencia al hormigón. Puede clasificarse en pequeña, mediana y gruesa. Además de arena, el hormigón está compuesto por rocas y piedras.

Un consejo: recordar siempre pedir al ayuntamiento una licencia municipal de obras antes de comenzar cualquier trabajo de construcción o renovación de nuestra casa, fachada o jardín. Además, si queremos echar abajo una construcción, también necesitamos un permiso de demolición del ayuntamiento.


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