La leche y los huevos - Nutrición

jueves, 24 de mayo de 2012

La leche y los huevos



La leche es un alimento de primera, además es versátil, convertible en materia prima de un importante grupo de productos elaborados: requesón, quesos variados, yogurt, mantequilla, cuajada y kéfir.

La leche más común en la alimentación humana es la de vaca, aunque también se utiliza la de cabra y la de oveja, especialmente en la fabricación de quesos. La leche de vaca contiene proteínas de alto valor, las grasas necesarias y solo 13 mg de colesterol. Es una fuente necesaria de calcio y fósforo. Además, contiene vitamina A y caroteno.


Previene la osteoporosis, las úlceras pépticas, la caries y la bronquitis crónica; combate las infecciones, alivia el malestar del estomago provocado por los fármacos, aumenta la energía mental y disminuye la tensión arterial. Incluso con alguno de sus derivados se previene el cáncer.

Por sus tasas elevadas de grasa y colesterol, la leche es un alimento de digestión lenta. Por fortuna, hoy podemos contar con la leche desnatada y semidesnatada, que mantienen el calcio y las proteínas intactas.

El huevo es uno de los alimentos más antiguos. Tiene un alto contenido en proteínas y bajo en calorías. Su sabor agradable y su versatilidad lo hacen presente en las cocinas de todo el mundo. A causa del elevado nivel de colesterol que contiene la yema, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda no comer más de 4 huevos a la semana.

La alergia al huevo es más frecuente de lo que se piensa, por sus componentes: un 12 % son grasas, un 13 % proteínas, un 74 % es agua y los minerales, vitaminas y glucosa se reparten el resto. Para evitar la temida salmonela, los huevos que consumamos deben ser frescos - yema redonda y clara firme - y no utilizar los que tengan la cascara rota o sucia.


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