El hombro es la articulación que se disloca con más frecuencia, porque es la que más se mueve de todo el cuerpo.

El húmero es el hueso del brazo que, en su cabeza, tiene forma de bola. Esta se articula con la escapula por la cazoleta. En posturas muy forzadas o en caídas, la mayor parte de las ocasiones la cabeza del humero se sale hacia delante. Entre la gente joven afecta más a los hombres y, entre la gente mayor, las mujeres son las más afectadas por luxaciones de hombro.

Una luxación de hombro causa dolor, mucho dolor, en la zona móvil de la espalda. Debido a una mala conjunción articular se produce deformidad en la zona afectada e imposibilidad de mover el brazo.

Para asegurarnos y descartar otras lesiones se debe hacer siempre una radiografía, no podemos evitarla; con ella veremos si la luxación es limpia y si no hay ningún otro problema asociado.

Después de poner el hueso en su sitio, primero, hay que calmar el dolor. Cuantas más horas hayan pasado, mas costará reducirlo. En casos rebeldes hay que sedar al paciente. Después de la radiografía y de comprobar que todo está en su sitio, el paciente deberá llevar el brazo inmovilizado durante, al menos, una semana.

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