No dormir lo suficiente puede provocar graves alteraciones de la salud como ansiedad y depresión. Los adultos necesitan entre 6 y 8 horas de sueño para reponerse cada día. No todas las personas son iguales. Ello significa que uno mismo puede valorar cuántas son las horas de sueño que necesita.

A partir de esta valoración, uno debe respetar sus ciclos de sueño, e intentar saltártelos cuanto menos mejor. Hay unos cuantos consejos que ayudan a conciliar mejor el sueño. Uno muy importante es intentar no hacer deporte poco antes de dormir. En cuanto a la cena, es mucho mejor tomarla unas horas antes de ir a la cama. Procurar no beber alcohol por las noches también es una buena indicación a seguir, si se quiere disfrutar de un sueño reconfortante y reparador.

Las personas que tienen una buena calidad del sueño viven más años y gozan de mejor salud a lo largo de toda su vida. Si en algún momento uno sufre de insomnio (ya sea dificultad para dormirse o bien se despierta varias veces por la noche) no debe dejar de consultarlo con su médico: el problema puede agravarse y ello repercutirá negativamente en la salud.

En principio, para dormir bien tan solo hace falta mantener un horario fijo, en la medida de lo posible, de acostarse y levantarse. El llevar unos ciclos regulares de sueño ayuda a prevenir el insomnio y contribuye de forma notable al bienestar general.

Los niños son especialmente sensibles a los cambios que afectan a sus horas de sueño, por ello es bueno acostumbrarles desde bebés a una rutina diaria, en la que las horas de acostarse y levantarse sean siempre las mismas.