Los electrodomésticos, aunque no se estén usando, si están enchufados a la corriente se encuentran en modo de espera, o como usualmente se dice en inglés, en stand by. Es fácilmente detectable al tener, casi todos, una pequeña lucecita (LED) encendida que así lo indica.

Este apagado irreal tiene un coste del 10% de la energía que se gasta anualmente en un hogar, un gasto fácilmente evitable con sólo desenchufar. Un gesto sencillo.

Casi todos los electrodomésticos, incluyendo entre ellos los cargadores, tienen una fuente de alimentación cuya función es convertir la corriente alterna en continua. Habitualmente, este adaptador no se desconecta aunque apaguemos en aparato de modo que sigue consumiendo electricidad.

Un aparato que no se desconecte nunca de la red eléctrica puede llegar a costar 20 euros anuales en la factura de la luz. Aunque desde la Unión Europea se presiona a los fabricantes para que reduzcan, en la mayoría de lo posible, en consumo en modo de espera, lo cierto es que la solución para que no se produzca gasto energético cuando no estamos usando el aparato es desconectarlo de la toma de corriente.

Siguiendo este sencillo consejo, nuestro bolsillo lo notará. Además contribuiremos a la preservación del medio ambiente evitando un gasto energético inútil ya que este consumo innecesario es el responsable del 1% de las emisiones de dióxido de carbono.