Subir y bajar escaleras

No a todo el mundo le gusta el deporte, aunque es indudable que es fuente de salud si se practica de forma moderada. Aunque uno sea alérgico al gimnasio, hay algunas sencillas pautas, como olvidarse para siempre del ascensor, que harán que el cuerpo se mantenga en forma durante muchos años.

Tanto bajar como subir escaleras es un ejercicio aeróbico que tonifica el cuerpo y evita el temido sobrepeso sin apenas esfuerzo. Está demostrado que este fácil ejercicio mejora en pocos meses la resistencia física y reduce sensiblemente la grasa corporal.

Al bajar escaleras, un ejercicio aparentemente menos cansado que el subirlas, se utilizan muchos músculos del cuerpo. Además, al controlar la atracción que la gravedad ejerce sobre el cuerpo, se ofrece resistencia que hace trabajar más a los músculos.

Al subir escalones, nuestras piernas soportan la mayor parte de la actividad física, ya que las extremidades inferiores impulsan el cuerpo hacia arriba, a la vez que los cuadriceps, los glúteos y los gemelos trabajan de forma muy intensa.

Si la intención que se tiene es mantener o bajar el peso corporal y poner el cuerpo en forma sin invertir tiempo y dinero, aprovechar las escaleras cotidianas es un buen modo de hacerlo. Un consejo: al ver un ascensor, buscar por los alrededores las escaleras. El cuerpo nos lo agradecerá. Movemos las piernas y las caderas pero con un ritmo sostenido.

La vitamina A

La vitamina A forma parte de algunos alimentos de origen vegetal (zanahorias, espinacas, verduras de hoja verde) y otros de origen animal, como las vísceras - especialmente, el hígado - y las grasas. También está en los huevos, la leche y sus derivados. Se trata de una sustancia orgánica que pertenece al grupo de los alcoholes. Es imprescindible para la visión y para el desarrollo de algunos tejidos. Pero en exceso puede acarrear problemas.

La vitamina A hace que podamos ver en la semioscuridad y asegura las buenas condiciones de algunos tejidos en el organismo, sobre todo, la piel y las mucosas. También es necesaria para favorecer el crecimiento, para que las heridas cicatricen y para que curen las enfermedades infecciosas.

Un exceso de vitamina A nos puede causar una intoxicación aguda con nauseas, vómitos y dolor de cabeza. Incluso puede ser la causante de un estado de coma. También puede provocar una intoxicación crónica con pérdida de peso y de apetito, insomnio, fatiga y picores. Por el exceso de vitamina A, nuestra piel puede mostrarse seca y los huesos de las extremidades pueden sufrir hinchazón dolorosa.

La falta de vitamina A produce ceguera nocturna, falta de lágrimas y una descamación progresiva de la cornea. Si no se corrige, esta descamación puedes ser causa de úlceras cornéales e infecciones oculares, que pueden desembocar en ceguera. Debido a la falta de vitamina A aparecen infecciones, catarros, diarrea y problemas en cabello y uñas. Vale la pena llevar un control, ¿no?

Las zanahorias contienen mucha vitamina A, que estimula el nervio óptico, por ello se dice que va bien para la vista. Pero la vitamina A se destruye con la cocción. Los alimentos solo conservan su poder vitamínico si se consumen crudos. Además de ser buena para la vista, la vitamina A protege los tejidos del organismo cuando están inflamados. En una faringitis, por ejemplo, es una gran ayuda para recuperar la normalidad.

Si mantenemos una alimentación equilibrada, como en el caso de la dieta mediterránea, no corremos el riesgo de que el organismo sufra un exceso o una falta de vitaminas.

La técnica del decapado

Siguiendo ésta técnica podemos dar un toque personal a un mueble antiguo para utilzarlo como mueble aúxiliar. Así es posible renovar cualquier mueble en blanco o en crudo, aportando un ambiente delicado y elegante a cualquier estilo.

El atractivo de éste acabado está en el aspecto envejecido que le damos a la madera. Los muebles tratados con ésta técnica tienen una apariencia más ligera que si estuvieran barnizados o pintados totalmente. Además, el decapado permite ver las distintas capas y las vetas naturales de la madera.

El decapado se puede aplicar sobre cualquier tipo de muebles y complementos, aunque tengan cantos o aristas, como mesas y lámparas. También podemos encontrar forja decapada. En casas de estilo romántico, las cabeceras de las camas y consolas decapadas en color crudo dan un aspecto sereno y aireado. En el estilo rústico se permiten tonos más fuertes y campestres, como por ejemplo, el verde y el azul.

Vamos a decapar un velador para colocar en nuestro rincón de lectura, bajo la luz le una lámpara. Usando una lija de madera, eliminamos las impurezas del velador, tanto si es de madera natural como si está barnizada. Mezclamos dos partes de tapa-poros con una de disolvente y lo aplicamos con una brocha sobre la superficie, para que quede homogénea.

Cuando se seque la mano de tapa-poros, extendemos en todo el velador, con la misma brocha limpia, la pintura plástica de color blanco. Cuando se seque, decapamos con una lija humedecida las zonas que preferimos. Después lo secamos con un paño.

Mezclando bien betún de Judea y cera, lo aplicamos con un trapo por toda la superficie del mueble. Así conseguiremos un efecto envejecido. Después, con un estropajo de lana de acero frotamos toda la mesita hasta que la superficie tome un cierto brillo.

Las políticas del marketing

El marketing pretende vender productos y, por tanto, utiliza unas técnicas. Para colocar un producto en el mercado el marketing elabora una estrategia que analiza, además del sitio donde se tiene que vender, la garantía que este producto puede ofrecer, el precio y la publicidad que se le puede hacer desde televisión, radio, prensa, vallas publicitarias, merchandising, internet,...

La política del producto tiene que diferenciarlo de los demás artículos validos para lo mismo y definirlo: los materiales de los que está elaborado, su forma, diseño, presentación y embalaje. Para que el producto pueda colocarse en el mercado con éxito ha de ser competitivo frente a sus rivales y adaptarse a las necesidades y demandas del público al que va dirigido. También hay que tener en cuenta la garantía que se va a ofrecer y el servicio post-venta.

El precio es uno de los factores que más influye a la hora de adquirir un producto. La empresa tendrá que valorar los precios de otros competidores en el mercado para establecer el suyo, en general, poniéndolo más barato. Además, tendrá en cuenta posibles promociones, descuentos por cantidad, rebajas, etc.

Últimamente algunos distribuidores, especialmente de productos alimenticios, promueven marcas blancas en el mercado que, aunque están elaboradas por empresas de prestigio, no llevan su nombre o identificación. Al tener menos gastos de publicidad aseguran un precio menor en el mercado.

Para que un producto se venda primero hay que promocionarlo. La estrategia publicitaria aprovecha cualquier oportunidad y medio para dar a conocer un producto. La política de promoción consiste en informar al consumidor sobre sus cualidades (no siempre con total veracidad), intentando influir en su decisión de compra.

Mejorar la autoestima

Entre hombres y mujeres la autoestima se mide de forma diferente. Mientras que el sexo masculino alaba los éxitos en el terreno laboral y en su vida profesional y personal, las mujeres se centran más en el aspecto y en la apariencia. La mujer prefiere una casa bonita y el hombre lucha por tener una casa cómoda y práctica. Pero esto está cambiando. Actualmente tanto unos como otros luchamos por los mismos éxitos laborales, profesionales, de apariencia y, sobre todo, cuidamos nuestro aspecto.

La verdadera autoestima consiste en conocernos mejor a nosotros mismos, en aceptarnos tal y cómo somos, querernos y, desde ahí, sacar lo mejor de nosotros. El camino a recorrer no siempre es sencillo, pero nos ayudará a liberarnos de la necesidad de fingir, callar o complacer. En este terreno las mujeres son a veces sus peores enemigas, cuando su propia voz interior les dice que no merecen, no saben o no pueden.

Para venirnos arriba y hacernos más grandes podemos pensar en los éxitos de nuestra vida, recordar cuando hemos arrancado sonrisas y aliviado dolores. Nuestra cara se iluminará haciéndonos más guapas y guapos.

No dejemos que nadie compare nuestro trabajo con el de alguien a quien admiramos. No debemos permitir motes denigrantes, frases hirientes, ni nada que nos haga sentir mal. El estrés del trabajo no nos deja disfrutar del día a día, nos apagamos y afeamos. Todo esto nos impide apreciar lo que si va bien.

Vamos a hacer un ejercicio muy sencillo: delante de un espejo sonreímos y caminamos con aires altivos. Con los ojos cerrados, respiramos profundamente y recordamos un momento en que nos sentimos capaces, llenos de autoconfianza. Presionamos con fuerza nuestros dedos índice y pulgar. Después, cuando sigamos con nuestra rutina, si en algún momento la autoestima flaquea, volvemos a unir ambos dedos para recuperar ese momento y recordamos lo que entonces sentimos. En PNL (Programación Neuro-Linguística) esto se llama "anclar" el sentimiento.

El buen humor nos hace hermosos. Nuestro valor no depende de la belleza física, ni de que la gente que nos rodea piense que somos simpáticos o adorables. Los piropos propios y ajenos son para que los creamos y los agradezcamos con una sonrisa de oreja a oreja. Pero, vengan o no,... ¡valemos mucho!

Miguel Ángel y la Capilla Sixtina

Miguel Ángel era un muchacho pobre de Florencia que, a expensas de Lorenzo de Médicis, había fundado una escuela de arte en el convento de San Marcos, durante la Roma del Renacimiento. Allí se puso de relieve su talento como pintor, escultor y arquitecto.

Miguel Ángel no solía pintar al óleo, sino con colores al agua, sobre capas de cal y arena, mientras la pared estaba todavía húmeda. Los colores penetraban de tal manera que ni el aire ni el agua podía deteriorarlos. Este sistema se llama pintura al fresco.

Cierto número de pintores de Florencia trabajaron bajo su dirección en la Capilla Sixtina. Pero no estaba satisfecho com su trabajo y, una mañana, destruyó todo lo que habían hecho, cerró la puerta y comenzó a hacer él sólo toda la obra. Se subió a elevadísimos andamios, adoptó las posturas más incomodas y trabajó de la mañana a la noche, porque la pintura debía ser extendida mientras la pared estaba húmeda.

Miguel Ángel trabajó incansablemente un mes y otro más, diciendo a veces que la pintura al óleo es más propia de mujeres y que la pintura al fresco corresponde verdaderamente a hombres.

Se cuenta que el Pontífice, impaciente, convenció a uno de los ayudantes de Miguel Ángel para que le diera entrada. Comenzó a subir por el andamio, pero Miguel Ángel, que no permitía que le estorbasen en su trabajo, como si hubiera sido por casualidad dejó caer tanto yeso que el Papa no se atrevió a insistir.

Los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina representan en el techo pasajes bíblicos, desde la creación del hombre, hasta el Juicio Final. Entre el techo y los muros laterales están pintados en mayor tamaño del natural los profetas del Antiguo Testamento. Sobre el altar del fondo, el artista pintó el Juicio Final. El redentor, entre nubes y en compañía de la Virgen María, rechaza a los condenados, que los Ángeles precipitan al infierno. En el otro lado, los bienaventurados se elevan hacia el cielo.

Esta pintura colosal, una de las obras de arte más importantes del Renacimiento, la ejecutó Miguel Ángel cuando ya era anciano.

Aguja, hilo y dedal

Como no estamos acostumbrados a coser, empezamos por labores sencillas, que no tengan demasiadas piezas ni... ¡demasiadas puntadas! Con ello garantizamos una parte del éxito y no dañamos a nuestro ego. Vamos a hacer las pruebas que sean necesarias. Hilvanamos y deshilvanamos pues, una vez cosido, nos será más difícil y perderemos más tiempo.

Con nuestra falta de costumbre no resulta fácil coser con dedal. Pero es necesario para evitar hacernos daño en el dedo con las puntadas. Generalmente, el dedal se pone en el dedo corazón de la mano derecha. Se hace con metales duros para que la aguja no traspase y pinche el dedo. No es liso, tiene marquitas, puntitos que permiten y aseguran la aguja.

Hay agujas de diferentes medidas. A veces es difícil enhebrarlas, sobre todo, las que son finas. Para esto podemos hacer servir un enhebrador. Pero ¿qué pasa si no lo tenemos y queremos coser? ¿No podemos?... Pues, sí; es fácil enhebrar si rociamos una punta del hilo con laca del cabello, que lo mantendrá tieso. Entonces va directo al agujero de la aguja.

No es aconsejable que enhebremos la guja con un hilo demasiado largo, ya que se enredará fácilmente y nos veremos obligados a cortarlo y volverlo a enhebrar. Además, si el hilo es muy largo tardaremos más en pasar la aguja de un lado a otro después de cada puntada.

Y así, con aguja, hilo, dedal, los consejos de quienes saben y muuuucha paciencia, acabaremos cosiendo la mar de bien.

Pájaros en cautividad

Los canarios, los jilgueros o los verderones son pájaros que viven en cautividad. Aunque no desdeñen un gusano o una pequeña mosca, se alimentan de preparados que venden en las pajarerías a base de vitaminas y alpiste.

En la jaula colocamos un comedero a cada lado y, cada dos días, los limpiamos y llenamos. Les ponemos agua limpia a diario y algunos extras, como hojitas de lechuga o trozos de jibia de calamar, que proporcionan a nuestros pájaros su ración de calcio.

Cuando se hace de noche, los pájaros se esconden en sus nidos para dormir. Los que viven en jaulas no tienen esa posibilidad. Debemos respetar su reloj biológico y no obligarlos a tener los ojos abiertos, sólo porque nosotros queremos ver la televisión. Tenemos que meter a los pájaros en casa a partir de las 8 o las 9 de la tarde y cubrir la jaula con una tela.

Los pájaros que están en cautividad no se bañan. Ellos mismos se encargan de lavarse repasando pluma a pluma con el pico. Pero si vemos que su aspecto no es bueno y que se limpia demasiado, debemos examinarlo, porque quizás tenga piojos. Lo llevaremos al veterinario, que nos indicará el tratamiento seguir para limpiarlo.

Los pájaros necesitan grasa para protegerse del frío. Durante la época invernal, junto con su alimentación habitual les daremos una pasta de cereales con manteca de cerdo sin sal.

Si tenemos espacio, podemos hacer una pajarera para varios pájaros. Tomamos precauciones para que en el vecindario no haya problemas, elegimos especies compatibles como picos de plata, azulitos, bengalíes o diamantes. Algunos jilgueros a veces son agresivos. Si introducimos un pájaro nuevo, lo llevamos antes al veterinario para asegurarnos de que no va a contagiar ninguna enfermedad a los demás.

Recibir invitados

¡Socorro, llegan amigos de improvisto! Tranquilos, les sugerimos que alguien se encargue de las bebidas, mientras otros nos ayudan en la cocina. Luego, si se quedan a comer o cenar, con sanwiches y refrescos la velada será un éxito.

También podemos aprender a recibir, cuando se trata de una cena o una comida preparada con antelación, a la que asisten amigos que hemos invitado por teléfono, por carta (podemos incluir un mapa) o, si son personas de mucha confianza, avisándose los unos a los otros. Aquí van cuatro consejos:

Decoramos el salón con flores para darle un ambiente de fiesta y ponemos música desde el momento en que llegue el primer invitado. La melodía contribuirá a "romper el hielo" de los primeros minutos. Nosotros somos unos buenos anfitriones en casa y marcaremos los tiempos de cada ocasión.

Un aperitivo antes de la comida o de la cena hace la espera más breve y permite entablar relaciones entre los invitados. Pero sin entretenernos. Un cuarto de hora basta y no debemos excedernos en las cantidades.

Si es una comida formal, servimos unos canapés con agua, vino o zumos. Debemos evitar los cacahuetes y las patatas fritas, que son más adecuados en encuentros informales.

El cóctel debe estar muy frio. Dejamos los cubitos de hielo y, en su lugar, utilizamos unas banderillas de guindas o aceitunas que hemos guardado en el congelador horas antes. Le dedicamos un tiempo a las copas para servir combinados, las ponemos en el congelador un rato antes. El frío hará que el cristal adquiera un tono especial, casi escarchado. Después ponemos azúcar coloreada en el borde.

Tomamos el aperitivo en una sala diferente a la que vamos a comer. Si no disponemos del espacio, utilizamos una mesita auxiliar. Cuando tampoco sea posible, al menos, que no se nos olvide retirar los platos, bandejitas y copas del aperitivo antes de sentarnos a la mesa. La visión de platos con uno o dos trozos de queso, o de jamón, o unos huesos de aceituna, es poco estética.

Si los invitados aparecen con los niños a la comida o a la cena, preparamos para ellos una mesa a parte de los adultos, en la que haya aperitivos divertidos, con juguetes y refrescos. Podremos tomar el aperitivo sin interrupciones.

Terapias alternativas

Durante mucho tiempo estas terapias no han formado parte de los planes de estudio oficiales de las ramas sanitarias. Las terapias alternativas o complementarias son todas aquellas técnicas de diagnostico que se alejan de la medicina convencional. Pero hoy en día se van introduciendo en los planes de estudio de Medicina en varias universidades españolas, como es el caso de la homeopatía o de la acupuntura.

Pensemos. Si un paciente puede mejorar con un tratamiento de fitoterapia, con uno de homeopatía, mediante acupuntura o, simplemente, con dieta y ejercicios de relajación, ¿por qué debe recurrir a fármacos de síntesis que tienen muchas veces efectos secundarios? Esta valoración corresponde al médico.

La ventaja del médico formado en estas terapias alternativas es que sabe de los métodos de diagnostico y de los tratamientos convencionales, además de los naturistas, y esto hace que pueda valorar si se puede utilizar un tratamiento concreto, u otro, o una combinación de ambos.

Cuando alguien sufre una enfermedad se deben analizar todos los factores que han podido influir para provocarla. El ser humano es una unidad y como tal se ha de estudiar. Por ejemplo, cuando se trata una úlcera, no se mira esta patología exclusivamente, sino que se le dedica tiempo al paciente para averiguar aspectos profesionales, emocionales, contaminantes, alimenticios... que pueden ser el origen de su enfermedad.

Si el profesional que las aplica tiene la formación adecuada, las medicinas alternativas no tienen efectos secundarios (como la homeopatía), o son mínimos, si se aplican correctamente (en el caso de la acupuntura). Por otra parte, tampoco existen grandes riesgos si se conocen bien las propiedades de las plantas (la fitoterapia) y sus olores (la aromaterapia).

Pelo triste y apagado

Nuestro pelo puede estar apagado por diversos motivos, entre ellos una dieta pobre, la polución, el uso de aparatos eléctricos. Sin prevención, el cabello se vuelve poroso, sin fuerza y sin vida.

Para conseguir un cabello brillante, desde el interior cuidamos nuestra alimentación. Procuramos aportar las vitaminas A, B y C, proteínas, hierro y zinc (minerales) y agua.

Desde el exterior podemos ayudar al cabello utilizando un champú a base de ingredientes naturales, que restaura los aceites esenciales necesarios para el pelo. Además, si queremos protegerlo, no lo cepillamos con fuerza, y menos estando húmedo, ya que es cuando más frágil y vulnerable está.

El agua fría en el aclarado es una aliada para el cabello; evita que el pelo se encrespe y, con esto, su aspecto es más sano. También cuidamos que no haya puntas abiertas. Aunque brille el pelo y no esté encrespado... ¡qué feo si tenemos mal las puntas!, damos un aspecto descuidado.

Siempre podemos recurrir a trucos que desvíen la atención. Si vemos nuestro pelo especialmente apagado, podemos escoger un accesorio brillante, una cinta para el cabello ellas, un fijador con brillo ellos (por ejemplo), que ayude a potenciarlo.

Para utilizar la plancha del cabello, las tenacillas o cualquier otro instrumento de calor, debemos hidratar bien el cabello con una mascarilla, que dejamos actuar unos minutos. Después de aclararlo y secarlo bien, el pelo estará protegido para peinarlo.

El ciclamen, la violeta de los Alpes

El ciclamen es una de las plantas de interior más apreciadas y agradecidas. Conocida como violeta de los Alpes, en nuestro jardín necesita un lugar sombreado mientras que, en casa, se conforma con que la coloquemos en un lugar claro y fresco.

Florece en los meses de enero a diciembre. Su patria está en las zonas Alpinas: crece en los montes de Europa central, en la región mediterránea, en el Cáucaso y en Grecia.

Unos consejos útiles a la hora de comprar la violeta de los Alpes o ciclamen: debemos tener cuidado que en la planta no hayan salido ya todas las flores. El bulbo debe tener el mayor número de capullos, apuntando en su parte interior.

La violeta alpina no soporta el calor excesivo. Su temperatura ideal son los 14º C, con mucha luz y mucho aire puro. Hay que tener precaución al regarlas y dejar el bulbo seco. Cada dos semanas hay que añadirles un poco de abono. Para arrancar las hojas y las flores marchitas les hacemos un movimiento giratorio. Si se cortan hojas, se producen fácilmente en el bulbo puntos de putrefacción.

En el jardín podemos disfrutar de las violetas alpinas, que florecen en parte durante la primavera y lo vuelven a hacer durante el otoño. Requieren un suelo arcilloso y arenoso, pero con humus. En ningún caso con estancamientos de agua. Les viene muy bien el sol y las sombras movedizas de los follajes claros.

Durante los meses de invierno es recomendable cubrir las violetas con ramaje de pino para protegerlas de las heladas. Nunca las debemos cubrir de broza vegetal o follaje, ya que se pueden dañar enseguida los bulbos por putrefacción, sobre todo si no están bastante hundidos en la tierra.

Cuando las plantas han acabado su época de floración e inician un periodo de descanso, desapareciendo durante un tiempo, conviene marcar el lugar donde están los bulbos. De esta forma evitaremos cavar allí y dañarlos al remover la tierra.

Tapenade con anchoas

Para la hora del aperitivo, o ante una visita inesperada, suele ser muy útil tener algún tipo de paté elaborado en casa que nos resulte fácil de mantener. Uno de ellos es el delicioso tapenade o paté de aceitunas.

El tapenade es un aderezo típico de la Provenza francesa. El tapenade original se elabora con aceitunas negras, aunque hoy en día hay otras variantes elaboradas con olivas verdes. Se le pueden añadir distintas hierbas aromáticas, zumo de limón, licores, atún, o lo que nuestra imaginación nos dicte.

El tapenade que presentamos aquí lo elaboraremos con una lata de aceituna negra cacereña sin hueso, un chorrito de aceite de oliva virgen extra de aceituna arbequina, una latita de anchoas (la más barata que se encuentre), una cucharadita de harina de almendras y 7 u 8 alcaparras pequeñas. Para ello, necesitaremos una herramienta imprescindible: el minipimer.

Lo primero, escurrir las aceitunas y las anchoas y ponerlas en el vaso de la batidora de mano. Añadir el resto de ingredientes. Triturar hasta dejar una masa uniforme.

El correcto triturado mezclará perfectamente todos los alimentos convirtiéndolos en un suave y riquísimo paté apto para tomar acompañado de unas tostadas de pan, o de hortalizas en crudo. El tapenade se conserva durante varios días en el frigorífico.

Equipo para gimnasia

Para empezar a moldear nuestro cuerpo no necesitamos un equipo especial pero, si nos interesa hacerlo de manera más rápida y más fácil, son recomendables las pesas de gimnasia, unas pesas de tobillos y una pelota de esponja de goma.

Con la utilización de pesas en algunos ejercicios puede acelerarse el proceso de vigorización y tonificación de los músculos. Esto hace que el cuerpo se ponga rápidamente en forma. Solamente se utilizan pesas en los ejercicio que las requieren, y nunca de mayor peso que el indicado.

Si padecemos una lesión lumbar o cervical, es necesario consultar al médico antes de hacer uso de las pesas. Si no podemos utilizarlas para realizar algún ejercicio, deberemos, sin ellas, aumentar el número de repeticiones hasta llegar al doble.

Las pesas más equilibradas y fáciles de manejar son las de hierro fundido. Se recomiendan de 1.5 Kg cada una en mujeres y de 2.5 Kg cada una en hombres. No se necesitan pesas más pesadas, salvo si queremos cultivar unos músculos protuberantes. Solo debemos usar las pesas en posición inclinada, pues si se usan en posición sentada o de pie, las pesas solamente harán que el cuello se vuelva más grueso.

Las pesas de tobillos más prácticas son aquellas bolsas alargadas llenas de arena con los extremos autoadhesivos, que aseguran una buena sujeción para varias medidas en los tobillos. Con diferentes pesos, las más recomendadas son de 1,5 Kg cada una.

Para determinados ejercicios es recomendable usar la pelota de esponja de goma. Con ella se tonifican más rápidamente los músculos. La pelota debe ser algo menor que una de tenis y se debe poder coger bien entre las manos. La podemos encontrar en cualquier tienda de juguetes.

Para algún ejercicio podemos necesitar un par de toallas de baño. Bajo las nalgas, enrolladas, protegen los músculos de la parte inferior de la espalda contra un esfuerzo excesivo. No debemos hacer los ejercicios en el suelo, sino sobre una esterilla. De lo contrario pueden salir manchas moradas en la piel. Podemos usar una esterilla de playa o una manta doblada.

Nunca debemos hacer gimnasia con ropa que entorpezca nuestros movimientos. Las mujeres con sostén. Si hacemos los ejercicios con música nos ayudará a llevar un ritmo, una música no demasiado rápida ni demasiado lenta.

Si hacemos los ejercicios frente a un espejo de cuerpo entero podremos ver si realizamos los movimientos correctamente. Comprobamos hombros y brazos, evitando que la cabeza y las piernas estén en mala posición.

El calcio y la vitamina D

El calcio es vital para el cuerpo humano ya que con este mineral prevenimos la pérdida de masa ósea. Es sabido que, cuando nos hacemos mayores, tenemos que procurar una óptima ingesta de calcio, además de una correcta absorción de vitamina D, ya que esta es la encargada de fijar el calcio a los huesos.

Para evitar problemas relacionados con los huesos en el futuro, durante la niñez y la vida adulta hay que asegurar un correcto aporte de calcio y vitamina D. A partir de los 18-20 años, la ingesta de calcio debe rondar los 1.000 mg al día (el equivalente aproximado a un yogur y dos tazas de leche desnatada).

En épocas especiales, como la lactancia o el embarazo en las mujeres, el consumo aumentará hasta los 1200 mg. Esta misma cantidad se recomienda a las personas mayores de 51 años. En el caso de las mujeres posmenopáusicas, la cantidad debe rondar los 1400 miligramos.

Tomar estas sencillas medidas minimizarán la pérdida de masa ósea e, incluso, pueden llegar a evitar algunas temidas enfermedades como la osteoporosis.

Para la correcta absorción del calcio, no hay que descuidar la vitamina D, ingrediente absolutamente necesario para la correcta fijación del mineral al hueso. Para ello, un corto paseo al sol, sin olvidarnos de la protección solar, nos proporcionará la cantidad necesaria de vitamina D.

Triunfar en las redes sociales

Estos son algunos consejos que proponemos para triunfar en las redes sociales, utilizándolas bién para uso particular, o haciendo de ellas un uso profesional.

Antes de elegir una red, la estudiamos, nos preocupamos por conocerla, averiguamos sobre sus virtudes y sobre los problemas que puede acarrearnos. Determinamos que sea privada o por el contrario permitimos que nuestros enlaces, fotos o videos puedan ser vistos por todos.

Elegimos bien nuestra foto de perfil, ya que por ella vamos a ser identificados. Con la foto damos una imagen a nuestros amigos. Si no deseamos poner una imagen evidente, podemos usar una de lejos, pero siempre es mejor no dejar el espacio en blanco. Vamos a ser honestos con nuestros seguidores y no engañarles.

En la red hay que ser trasparentes y no asumir una identidad falsa. Según sea el interés que tenemos en la red social, elaboramos nuestra estrategia para promocionarnos, para hacer amigos o para ligar. Procuramos que la gente llegue a nuestro perfil porque les parezca interesante.

Hay que cuidar la corrección en la escritura, seguir las normas de gramática, ortografía y los hábitos de cortesía. No ocultamos información ni mentimos, ya que esto se suele pagar caro en las redes sociales. Tampoco hay que atosigar a los contactos ni, por supuesto, mandarles ningún tipo de spam.

Si tenemos un perfil de una empresa, debemos proteger a nuestros clientes. Nunca debemos dar información de ellos en la red. Nuestra reputación es sagrada y, en Internet, la empresa también. Participamos en conversaciones que nos aporten algo y procuramos también aportar; se trata de escuchar y responder.

Nos puedes seguir en: Facebook, en Twitter y en Google+.

Mantener la temperatura en casa

Por las rendijas de la puerta se filtra el aire frío del exterior y se escapa el aire caliente del interior. Por esto se enfría la casa. Para comprobar si pasa así, ponemos la mano entre la puerta y el suelo; si queda alguna rendija, notaremos el aire.

Antes de poner protectores para el frío en las puertas principales, lo haremos en las intermedias. Si nos protegemos para que no pase el aire hacia los pasillos, tenemos mucho ganado.

Si el tiempo es frío, es importante controlar las fugas de calor. Necesitamos un buen aislamiento térmico que incluya cristales adecuados y burletes. Así podremos ahorrar hasta un 40% en la factura de la calefacción. Además, para ahorrar energía, podemos instalar controladores en nuestro sistema de calefacción e intentar que la temperatura no suba nunca de los 20º o 21º C.

Con la espuma de poliuretano, los burletes de espuma rígida y los burletes de espuma flexible podemos tapar las fugas de aire en los laterales de puertas y ventanas. Antes de comprar los burletes, medimos bien la ventana o la puerta que nos proponemos aislar, ya que puede ser que para la misma necesitemos varias medidas de largo y ancho.

Podemos utilizar también la espuma de aerosol para aislar, teniendo en cuenta que es la que utilizan los profesionales y siguiendo siempre las instrucciones con mucha precaución. Con el aplicador, distribuimos la espuma de poliuretano en las juntas fijas de las ventanas interiores, nunca en ventanas que se abren. La espuma de poliuretano garantiza un aislamiento absoluto.

Los burletes de espuma nos sirven para una temporada, llevan autoadhesivo y se pegan en el perfil rebajado de la puerta o de la ventana. Debemos renovarlos cada temporada ya que su adhesivo no resiste el uso prolongado.

Los burletes de tubo flexible son muy útiles. Están compuestos por vainas de plástico rígido o metal que se colocan en el borde interior de la puerta. De ellas asoman unos tubos flexibles de vinilo que se aplastan cada vez que se cierra la puerta, impidiendo la filtración de frío y calor.

La rata de casa, la doméstica

La rata es un mamífero perteneciente a la familia de los roedores. Entre la cabeza y el cuerpo tiene una longitud de 8 a 30 cm, más los centímetros de la cola, que varía entre 8 y 20 cm. La rata doméstica puede convertirse perfectamente en un animal de tres palmos, fácil de domesticar.

Las ratas son animales de cuerpo compacto y una "laaaarga" cola escamosa. La cabeza de la rata es afilada y sus dientes tienen un crecimiento continuo, ya que se van desgastando con el uso.

Son roedores de dieta omnívora. Las ratas se lo comen todo, sea alimento vegetal o sea carne. Son animales muy resistentes que, si proliferan a sus anchas, pueden llegar a convertirse en una plaga y transmitir enfermedades. Pero hablamos de la rata doméstica, que tenemos en casa, a la que limpiamos y cuidamos procurándole unas atenciones y siguiendo con ella unas normas de higiene.

Las ratas son animales inteligentes, que pueden llegar a conocer su nombre y a reaccionar ante la llamada. Hay un tipo de rata que es ideal para tener en casa como mascota, ya que es fácil de cuidar, muy sociable y aprecia la compañia de las personas. Machos y hembras son diferentes, ellas son mucho más activas y juguetonas.

Necesitan una estancia grande, una jaula de barrotes de alambre. Cualquier otro material durará poco por la acción roedora de sus dientes. Con la jaula de barrotes les facilitamos una correcta ventilación, pero debemos evitarles las corrientes de aire, pues son muy sensibles a las afecciones pulmonares. Les ponemos un lecho de serrín, nunca de virutas de pino o de cedro, ya que las muerden y podrían ahogarse. Hay que limpiar la jaula de forma completa, al menos, una vez por semana.

Llorar es saludable

Si no lloramos, podemos sufrir una serie de trastornos físicos que desembocan en una enfermedad, la alexitimia, que afecta a las personas con dificultades a la hora de exteriorizar los sentimientos. Afecta más a hombres que a mujeres. El término es de origen griego y significa "sin palabras para las emociones".

En y para la historia queda eso de que los hombres no beben llorar; al contrario, el llanto produce lágrimas y, si no las hay, podemos tener serios problemas. Pero, como todo, en su justa medida: el lloriqueo constante también deteriora la salud.

En los ojos, las lágrimas no se encargan solo de lubrificar, sino que también ayudan a eliminar algunas toxinas que nuestro cuerpo no quiere. El llanto es, pues, un proceso que nos libera de las sustancias tóxicas acumuladas, semejante a la sudoración.

Al reprimir las emociones provocamos nervios en el estómago y estos pueden provocar trastornos intestinales, colitis nerviosa o una úlcera de estomago. Y todo por no llorar.

Si no lloramos nuestro corazón también sufre. Hay una relación entre el sufrimiento y las enfermedades cardiovasculares.

Cuando una emoción nos produce llanto, este provoca lágrimas que, sobre todo, son agua, pero que también contienen glucosa, sodio y potasio (por eso las lágrimas son saladas), además de proteínas, como albumina, globulina y lisozima.

Una buena prenda de punto

En ocasiones encontramos un jersey a precio de ganga. Otras veces, la chaqueta de punto de nuestro agrado tiene un precio muy elevado. Frente a estos dos supuestos, es bueno saber reconocer con poco esfuerzo si la prenda de punto que nos gusta se merece un sitio en nuestro armario.

La calidad de las materias primas con las que está confeccionada determinará la duración de la prenda, así como su suavidad al tacto, ya sea fibra natural o sintética. Los puntos redondeados del tejido garantizarán que la pieza no encogerá al lavarse.

Una prenda de punto no es más que un tramado de hilos que dan como resultado un tejido. Si este tejido tiene un cosido deficiente, provoca que la prenda se deforme con el tiempo. Si la prenda tiene costuras, hay que fijarse en que las laterales caigan bajo la sisa, algo que prevendrá futuras deformaciones. Las partes más importantes son las costuras de los hombros y costados: están bien terminadas si están reforzadas con puntadas dobles.

Los hilos sueltos por los bordes denotan una deficiente confección. También es útil poner el ojo en los acabados del cuello, puños, cremalleras y calidad de los ojales (mejor, siempre a mano).

Debemos evitar los roces continuos, en la medida de lo posible, de nuestra prenda de punto, ya que provocan pelusas y bolitas que afean y envejecen la ropa.

El enfado al teléfono

La comunicación a distancia favorece el anonimato. El teléfono es uno de los grandes protagonistas de nuestras vidas y, a causa del anonimato que ofrece una línea telefónica, puede que no tratemos con corrección a quien hay al otro lado, o que seamos nosotros las víctimas de la agresividad telefónica.

Si nos encontramos uno de estos casos en los que nuestro interlocutor está muy "cabreado", se puede seguir una estrategia de no confrontación, primero escuchando con mucha atención para que "el otro" note que le dedicamos toda la atención.

Si la persona está muy enfadada, debemos conseguir un cambio en su actitud, Una vez que nos ha expuesto su queja, se aconseja guardar un silencio (de diez segundos, como máximo). Esta táctica permite poner en evidencia las malas maneras de quien nos llama, contrastando entonces con nuestra actitud respetuosa. A partir de ahí, las pausas de silencio irán menguando sus arranques de ira de forma inconsciente.

Entender el problema de quien llama no es tan importante como demostrarle que sí entendemos su inquietud. En este caso hacemos servir la réplica del tipo: "si le he entendido bien su problema es,..." y, a continuación, reproducimos todo lo que nos ha explicado, aunque no tenga razón.

Si preguntamos a nuestro interlocutor, demostramos interés; con ello libera tensiones y va calmando su enfado. Las preguntas deben ser cortas, que solo requieran un sí o un no como respuesta. Para no hacer sentir al otro como que el problema es exclusivamente suyo y que le hacemos culpable, cambiamos la frase "usted tendría que...", por otra frase como "puedo sugerirle que pruebe a,..."

No debemos pedir perdón. Haciéndolo admitiríamos la culpabilidad y, por consiguiente, alimentaríamos la agresividad de la llamada. En todo caso, eso sí, lamentamos de forma solidaria los inconvenientes que haya podido sufrir.

Parras de uvas en casa

Podemos cultivar las uvas a la intemperie, pero sólo conseguiremos cosechas razonables si donde las cultivamos reciben sol, mucho y fuerte, en verano. En estas zonas podemos cultivar variedades de mesa y uvas blancas o negras para vino. Si la zona de cultivo es más fría, tenemos que buscar variedades que maduren más pronto.

La uva prefiere los suelos arenosos, incluso con piedras, alcalinos y que se calienten fácilmente con el sol. El suelo de la uva ha de tener buen drenaje, el terreno no debe encharcarse. La uva teme a las heladas, necesita un lugar soleado y protegido.

En una de las zonas de la casa orientada al sur podemos plantar unas parras en alguna pared. Primero enterramos algo de mantillo bien descompuesto, aunque no demasiado. Compramos vides de un año y las plantamos en primavera. Se sitúan a una distancia de 1,5 metros. Si tenemos que plantar las vides en invierno, tendremos que protegerlas con una capa de mantillo.

Para establecer la vid clavamos una estaca en el suelo cerca de la pared que recibe más sol y fijamos varias hileras horizontales de alambre. Después de la plantación se cortan todos los brotes, excepto los más vigorosos, que se atan a la estaca.

A medida que van apareciendo las flores en verano, las pinzamos y podamos las ramas laterales hasta cinco hojas. Después las atamos a los alambres. A continuación eliminamos las ramas que salen del tallo principal entre los alambres. Año tras año hacemos lo mismo, hasta tres. Después, la vid ya está establecida.

Para recoger la uva utilizamos las tijeras, eliminamos cualquier uva podrida lo antes posible. La uva se puede conservar en un lugar fresco durante varias semanas.

Si las hojas se marchitan y los brotes se secan, nuestras vides están afectadas por el mal blanco de la raíz. En este caso, aunque no podemos salvar las vides ya infectadas, podemos luchar para tener unas próximas sanas, desenterrando y quemando todas las vides muertas, y cambiando la tierra o esterilizándola antes de volver a plantar otras vides.

La basura orgánica

Separar los residuos orgánicos en casa es un pequeño gesto que todos podemos hacer para contribuir a la lucha contra el cambio climático. Y no es poco.

La basura orgánica es parte de los residuos que generamos. Son los restos de comida y los pequeños restos vegetales. En el contenedor marrón depositamos: las pieles de frutas y verduras, huesos, restos de carne, las espinas, restos de pescado, las cascaras de marisco y almejas, las cascaras de huevo, las pieles y cascaras de frutos secos, los restos de comida en mal estado, el marro del café, los restos de infusiones, el papel de cocina, las servilletas sucias, los pañuelos usados de papel, los restos de un ramo de flores, las malas hierbas y las hojas secas.

También tiramos al contenedor marrón otros elementos con los que hacer compost, como tapones de corcho, palillos de dientes y los palos de los helados, de comida china o de hacer pinchos (siempre que sean de madera). Ponemos los residuos orgánicos dentro de una bolsa, procurando que se deshaga de forma natural.

La basura que depositamos en este contenedor marrón se lleva a plantas de tratamiento biológico, donde se transforma en compost y en energía eléctrica. Así ahorramos recursos, ya que el compost se utiliza como abono vegetal en agricultura.

Al separar la materia orgánica en un contenedor específico evitamos que llegue a los depósitos controlados de residuos, donde la fermentación generaría gas metano, que es uno de los gases responsables del calentamiento de la atmósfera. Por otra parte, facilitamos el proceso de reciclaje de cristales, envases y papel, ya que, que al no haber restos orgánicos, se encuentran en mejores condiciones para ser recuperados.

Memorizar algo cada día

Si bien cuidar el físico es importante, no lo es menos ejercitar la mente para que nos dure joven y ágil cuantos más años mejor. Es sabido que el ejercicio físico también ayuda a un buen estado mental, pero la cabeza también requiere de ciertos ejercicios específicos pensados para que la memoria dure muchos años.

Para que la memoria no se vaya perdiendo con los años, es muy conveniente hacerla trabajar jornada tras jornada. Para ello, nada mejor que fijarse el objetivo de memorizar alguna cosa todos los días. Puede ser un poema, un chiste, una frase ingeniosa, una frase o una sentencia que nos haya gustado o un comentario que nos haya arrebatado.

Con estos sencillos ejercicios nuestra capacidad de memoria perdurará sana muchos años. De este modo, seremos capaces, a pesar de la edad, de emprender hazañas intelectuales dignas de gente mucho más joven.

Cientos de estudios médicos rigurosos también indican que el entrenamiento de la memoria con una frecuencia regular es un importante coadyuvante a la hora de prevenir enfermedades degenerativas, como el temido Alzheimer o la demencia senil.

Pruebas periódicas como los sudokus o crucigramas son ideales para mantener la mente despierta. El adiestramiento frecuente de la memoria puede ser a través de ejercicios divertidos, teniendo muchos de ellos un gran contenido cultural e intelectual.

Limpieza del rostro

Las personas debemos observar una correcta higiene de la cara para mantenerla joven y con la piel sana el mayor tiempo posible. La limpieza del rostro debe efectuarse dos veces al día con los productos más adecuados a nuestro tipo de piel.

De este modo, luciremos una piel del rostro sana y luminosa. Al tener la cara limpia, también frenaremos, en la medida de lo posible, el implacable paso del tiempo en nuestra piel.

El maquillaje, el humo de los coches, de los cigarrillos y la contaminación en general ensucian la cara día tras día. Debido a ello, es aconsejable limpiarla con una asiduidad de al menos dos veces al día: una por la mañana, y otra por la noche.

La limpieza matutina prepara la piel para las inclemencias del día. Además, sirve para que el rostro esté listo para absorber los distintos cosméticos que nos pongamos. Por ello, es aconsejable, no saltarnos este paso en nuestra higiene personal.

Si, ocasionalmente, dos veces al día nos resulta imposible, lo que nunca debemos eludir es la higiene nocturna. La limpieza antes de acostarnos elimina los restos de maquillaje y la suciedad incrustada durante el día en el rostro. Al retirar las impurezas de la cara, la piel descansa mejor y luce más bella y cuidada.

La higiene del rostro es aplicable a cualquier edad y género. Para las mujeres se encuentran en el mercado tanto limpiadoras en forma de leche como geles. En una u otra presentación ambas son igualmente útiles, aunque suele ser más recomendable la leche para pieles secas y los geles para las grasas. Para los hombres, importantes firmas cosméticas tienen a la venta geles específicos para la piel masculina.

Los minerales en la nutrición

Cerca de un 4% del peso corporal está constituido por elementos minerales. Los minerales son un grupo de nutrientes indispensables que forman parte de la estructura de muchos tejidos, como los huesos. Las sales minerales se pierden a través de la orina, el sudor y las heces. Es la alimentación la que se encarga de reponerlas a diario.

Los minerales se clasifican endos grupos, macro nutrimentos y micro nutrimentos, según la proporción que de cada uno de ellos haya de figurar en la dieta. Se consideran el calcio, fósforo, potasio, azufre, cloro, sodio y magnesio del primer tipo. Los micro nutrimentos (menor cantidad en la dieta), también llamados oligoelementos, son: hierro, flúor zinc, yodo, cobre, cromo, selenio, cobalto, manganeso, molibdeno, vanadio, estaño, silicio y níquel. Todos están presentes en la dieta mediterranea.

Encontramos en la dieta una menor cantidad de micro nutrimentos (menos de 50 mg por kilo de peso corporal), sin dejar de ser tan importantes como los macro nutrimentos. Por ejemplo, cobre, zinc y yodo, que se encuentran en muy escasa cuantía, desempeñan funciones vitales esenciales. La mayoría de los elementos minerales se aportan ordinariamente en cualquier alimentación equilibrada. Sólo algunos -calcio, hierro, yodo y flúor- merecen tomarse en cuenta al elaborar una ración alimentaria.

Pero como todo, poco es malo y mucho fastidia. Un exceso en los aportes de zinc puede crear problemas inmunológicos. Ojo, sobre todo con los recipientes galvanizados, del que van cubiertos. Demasiado manganeso puede ser mal eliminado por el riñón. Excederse con el magnesio puede inhibir la calcificación de los huesos. Hoy se cree que mas fosforo del necesario puede afectar también a la absorción del calcio. Un exceso de calcio puede producir cálculos renales.

Encontramos el calcio en la leche y sus derivados. El fósforo en los productos lácteos, huevos, pescado y carne; en vegetales como zanahorias, trigo guisantes y patatas, y en frutas como el plátano. Son una fuente de magnesio los cereales de grano entero y los vegetales verdes.

Las principales fuentes de hierro son las vísceras (hígado, riñón, corazón, sesos), carnes, pescados y mariscos; entre los vegetales, alubias y guisantes secos, cereales, frutos secos, patatas y hojas verdes. Otra fuente es la de los utensilios utilizados para cocinar, si son de hierro. La leche y sus derivados están prácticamente exentos de hierro, lo que explica la anemia ferropénica que padecían los bebes alimentados durante muchos meses exclusivamente de leche.

El yodo está en todos los alimentos, en el agua, en el aire y en la tierra de cultivo. En casi todos los alimentos hay zinc, siendo muy abundante en las ostras, en el germen y el salvado de trigo, en la carne y en los huevos. El cobre está en los frutos secos -sobre todo en las nueces-, cereales, carnes, frutas y vegetales.

Hacer el cabecero de una cama

Vamos a hacer un cabecero sencillo y cómodo, para apoyarnos, leer en la cama, ver la tele,... juntando nuestros conocimientos sobre bricolaje y costura. Se limpia fácilmente, lo podemos combinar con la ropa de cama, es fácil de hacer y se adapta a todos los estilos decorativos.

El tipo de barra o los estampados condicionaran el resultado final del cabecero. Si es un dormitorio clásico, elegimos barras de hierro y colocamos cuadrantes de tela estampada. En cambio, si queremos que tenga un aspecto más rústico, optamos por soportes de forja pintada o madera decapada a juego con alegres estampados florales.

Podemos coser alguno de estos cuadrantes en la ropa de cama o poner un ribete de la tela de los cuadrantes alrededor de la colcha. Forrar de la misma ropa que el cabecero una lamparilla de noche. puedes ser un elemento muy decorativo.

Para hacer el cabecero necesitamos relleno de miraguano, unas tijeras, cinta de Galón, cremalleras de 60 cm y dos tipos de tela: lisa y de flores. Todo esto lo adquirimos en la mercería. En la ferretería compramos el destornillador, una barra de cortina y un kit de soportes.

Cortamos cuatro piezas de tela para hacer los cuadrantes y cuatro piezas más para los forros. Cada uno mide de ancho la mitad que el cabecero. De alto, 68 cm. Cosemos los forros para hacer las fundas, dejando abierto uno de los lados. Introducimos en cada uno de ellos 1 kg de miraguano.

Para hacer las tablillas por las que va a pasar la barra, cortamos ocho tiras de tela de unos 30 cm de largo. Las doblamos y las sujetamos por la cara interna de dos de las piezas. Colocamos encima las otras dos piezas, dejando la tablilla en medio. Cosemos los laterales excepto el inferior, en el que pondremos una cremallera para poder abrir y cerrar.

Medimos y marcamos en la pared del cabecero para colocar la barra. Con ayuda de un destornillador, atornillamos las dos escuadras. Acabamos rellenando los cuadrantes estampados. Introducimos las trabillas por la barra y la encajamos bien en las escuadras. ¡Listo!, un cabecero precioso...

Plagas en las plantas

Mimamos nuestras plantas, las regamos adecuadamente, las abonamos con esmero, les hablamos con cariño y, a pesar de todo, hay alguna enfermedad que no las ha respetado. Están mustias, se les caen las hojas,... Al estar débiles, los ácaros y los insectos las atacan. ¡Tiene que haber un remedio! La sabiduría popular tiene soluciones para estos casos con curas caseras, con infusiones, con abonos o con otros productos.

Si las tenemos en ambientes secos y calientes, se forman telarañas que les chupan la sabia y las dejan sin color. Aparecen unos puntos blancos que podemos combatir mojando la planta con un spray. También podemos recurrir a los acaricidas, pero posiblemente sea suficiente con humedecer el ambiente.

Un exceso de humedad también puede ser perjudicial para nuestras plantas, provocándoles la aparición de manchas rojas en el envés de las hojas y pardas en el haz. Es botritis. En este caso debemos eliminar las hojas infectadas y aplicar un fungicida.

Ante una clorosis férrica, provocada por la falta de hierro las hojas se vuelven amarillas pero siguen teniendo los nervios de color verde. Lo mejor es regarlas con un preparado de hierro.

Si en ambientes secos o cálidos aparecen bolitas blancas de algodón en el tallo y en las hojas, es la cochinilla. Produce la caída de las hojas. Para luchar contra la cochinilla hay que limpiar la planta de insectos (con un cepillo, por ejemplo) y aplicarle un insecticida específico.

Si las hojas se cubren de una película blanca de aspecto polvoriento, probablemente sea el mildiu, que se transporta mediante el aire por esporas. Hay que retirar las hojas enfermas y tratar la planta con un fungicida.

Hay un parasito que se sitúa detrás de las hojas, la mosca blanca. Es difícil de combatir, pero si reducimos la temperatura y aplicamos un insecticida, se consiguen resultados.

Un ambiente demasiado seco favorece la aparición de los pulgones. Las hojas se vuelven pegajosas y se arrugan. Necesitan un insecticida específico para luchar contra ellos.

Una espalda relajada

Desgraciadamente, nuestra espalda sufre cargas psicológicas, además de físicas, a las que nunca hemos prestado gran atención. Si a partir de ahora nos fijamos en cualquier signo de alarma de nuestra espalda y lo atendemos, nos sentiremos mucho mejor.

Si al realizar este ejercicio aparecen dolores de cualquier tipo en espalda o piernas, lo dejamos de hacer y consultamos al médico. Si podemos seguir con él, una vez finalizado el ejercicio colocamos la espalda en una colchoneta en posición recta. Intentamos aliviar y fortalecer la musculatura de la espalda. Además entrenaremos la musculatura de la pelvis para una correcta posición corporal.

Empezamos cerrando los ojos y centrando toda nuestra atención en la espalda. Colocados ligeramente en posición de lordosis (curvamos la parte de la columna cercana al cóccix, una curvatura exagerada de la posición lumbar inclinada hacia adentro), mientras colocamos la pelvis hacia delante. Notamos la sensación de relax en la zona lumbar de la columna vertebral.

Mantenemos esta posición de cinco a siete segundos, mientras respiramos con normalidad. Soltamos el estiramiento de repente. Vamos soltando todas las tensiones despacio, hasta que estemos completamente relajados. Durante un minuto, procuramos que toda nuestra percepción sea la relajación que siente nuestro cuerpo. Repetimos nuevamente el ejercicio.

Crêpes con huevo

Sencillos de hacer, originales y, sobre todo, rápidos, los crêpes son una base de harina que admite recetas dulces y saladas. Los podemos preparar con huevos y verduras, embutidos, frutas... Mmmm los crepes están buenísimos.

Vamos a hacer unos crepes para 4 personas en 20 minutos. Para la masa utilizamos 150 gr de harina de trigo, dos huevos, media cucharada de sidra, 8 cucharadas de nata líquida y medio vaso de leche, mantequilla, aceite de oliva y sal.

Estos los hacemos salados: Para el relleno utilizamos 4 huevos, 8 lonchas de jamón serrano, cebolletas dulces, aceite de oliva y sal.

Batimos en un cuenco los huevos, la nata, la sidra, la leche, dos cucharadas de aceite, sal y harina. Vamos agregando poco a poco todos los ingredientes sin dejar de remover. Lo ponemos a enfriar en el frigorífico durante una hora.

Untamos con mantequilla una sartén grande, si es cuadrada, mejor. Cogemos la masa con un cazo y la extendemos en la sartén caliente. Cuando los bordes empiecen a hacerse y se levanten burbujas suaves por el centro, damos la vuelta y lo dejamos hacer medio minuto más. Lo pasamos a un plato individual y formamos un pañuelo juntando las puntas en el centro. Repetimos la operación hasta hacer un total de cuatro crepes.

En una sartén ponemos 4 cucharadas de aceite. Freímos los huevos de uno en uno, de manera que la clara quede blanca, sin puntilla tostada alrededor. Colocamos cada huevo encima del pañuelo. Adornamos con lonchas de jamón y cebolleta rallada.