Cómo aislar una casa del frío - Hogar y bricolaje

domingo, 23 de octubre de 2011

Cómo aislar una casa del frío



Si en nuestra casa no están aisladas las paredes internas de los muros que dan al exterior, además de provocar un gran gasto necesario en calefacción, provocarán humedades que a menudo tendremos que restaurar para que la vivienda sea confortable y nos aporte bienestar.

Como aislante vamos a utilizar un fieltro esponjoso de fibra de esas que se adhieren a la pared. Lo recubrimos con placas de yeso prefabricado, que permiten la posibilidad de pintar encima o colocar papel. Lo ideal es buscar el máximo aislamiento. En la elección del material nos puede orientar un profesional.


Preparamos las paredes, limpiándolas de restos de pintura, papel y cola. En algunas casas, las cajas de persianas sobresalen de la pared; en estos casos utilizamos paneles de aislamiento más delgados que los de las paredes. Podemos recortar los materiales con un serrucho corriente. Los restos nos servirán para rellenar los agujeros y las juntas. El polvo que se haya levantado se absorve mejor con un aspirador antes que cepillarlo, ya que así se vuelve a depositar en la pared.

Aplicamos el cemento-cola con unos toques espaciados; cuando apretamos el panel contra la pared él mismo se extiende. El cemento que sobresalga por los cantos no se debe sacar, sino repartirlo y oprimirlo para conseguir una mayor adherencia en los bordes. Para dar por terminado este punto, pasamos una regla o un listón de madera por encima de las placas, de arriba a abajo, aplicándolo sobre todo en los cantos que sobresalgan. Con ayuda de la masilla igualadora homogenizamos e igualamos las juntas que aparezcan entre paneles.

Forraremos la pared interna de la caja de las persianas con un aislamiento del mismo grosor que el de las paredes. Cuando colocamos el aislante hay que dejar 5 mm entre placas. Rellenamos las juntas con lechada de escayola o cemento-cola.

Para conseguir un perfecto aislamiento en una casa, además de aislar las paredes, debemos revisar también las fugas de calor por el sótano, la buhardilla y bajo el techado del tejado (en casas unifamiliares) para los que dedicaremos otro artículo.


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