Si queremos tener buena vida y que esta sea autosuficiente, la cantidad de pescado de agua dulce que incluyamos en nuestra dieta puede depender de donde vivamos y de lo respetuosos que seamos con las leyes. En una gran cantidad de ríos, lagos y embalses no se puede pescar sin obtener una licencia de pesca.

Hay innumerables especies de peces de agua dulce, muchas de las cuales son comestibles. Las principales, y más buscadas por los pescadores deportivos son el salmón y la trucha. Además, la carpa, la perca, el lucio, el barbo, el carcho, todos los cuales son comestibles, aunque con algunos te la juegas con el sabor.

Además de la pesca de caña, algunas personas menos deportivas usan palangrillos en agua dulce. Son como los palangres de mar, una madre con varios ramales, cada uno de los cuales lleva un anzuelo. La madre se puede unir a una estaca clavada en la ribera y no es raro calar varios palangrillos al mismo tiempo, dejándolos toda la noche, rinden con frecuencia una provechosa captura.

Las personas expertas pueden sacar del agua una trucha tras otra haciéndoles cosquillas. La técnica consiste en meter suavemente la mano en el agua de un rio truchero y mover los dedos suavemente. Cuando la trucha pasa sobre la mano, se continua en movimiento, haciéndole cosquillas en el vientre, hasta que, con un movimiento rápido, se coge con la mano y se le arroja a la ribera.

No es raro usar redes tendidas a través de un rio para capturar peces, especialmente para pescar salmones cuando ascienden por el rio. La mejor época para hacerlo es después de una lluvia, cuando el rio crece. La red se fija a una ribera del rio, con su parte interior descansando en el lecho. Se sostiene del otro extremo y, a medida que notamos que entran peces, podemos vadear el rio y sacarlos de la red.

Las anguilas pueden pescarse con nasas, parecidas a las utilizadas en el mar, pero más pequeñas. Se ceban con carne o pescado frescos, se lastran y se calan en el rio donde haya anguilas. Hay que revisarlas con frecuencia. Las personas de estomago fuerte pueden tener una captura razonable afilando y enderezando los dientes de un tenedor viejo, atándolo a un palo fuerte y usándolo para ensartar anguilas en tramos poco profundos.

Los peces son atraídos por toda clase de cebos: lombrices, larvas, babosas e incluso trozos de queso, pan y patatas. Sin embargo si hemos de cumplir la ley en nuestras actividades de pesca, conviene consultar con las autoridades; en algunos casos no se pueden utilizar cebos vivos y hay que pescar con moscas artificiales, plumas o cucharillas.