El bajoplato suele ser una pieza redonda, aunque también hay modelos cuadrados. Como su propio nombre indica se utiliza para colocar bajo el resto de los platos y casi siempre se compra por separado de la vajilla.

Se debe situar directamente sobre el mantel, haciendo coincidir su borde con el de la mesa. Aunque no existen normas ni protocolo para su utilización, normalmente se emplea en comidas o cenas especiales, en las que se quiere vestir la mesa de una forma más elegante que la habitual.

Existen modelos muy diferentes, y en función del material en que esta realizado (los hay de loza, metálicos, de cristal, de pizarra, etc.) el diseño y el color, cambiará totalmente el estilo y la presentaciónde la mesa.

Si la vajilla es blanca, podemos poner una nota colorista con vistosos bajo platos. Los acabados en plata o los de cristal son los que más visten, aportando un toque más distinguido. En este caso, conviene completar el servicio con una cristalería labrada, una cubertería de plata y una mantelería de hilo.

En cambio para una mesa más informal van mejor los de loza o cerámica, en liso o bien decorados. Junto a ellos conviene poner cubiertos de acero con el mango de plástico o resina de colores, vasos de vidrio con relieve y mantelería con motivos geométricos, cuyo color dominante se repita en los bajo platos.

Para darle un aire más natural , lo ideal son los bajo platos de fibras vegetales, acompañados de cubiertos con el mango de madera, vasos de vidrio coloreado y un mantel de algodón con estampado floral. Además de la función decorativa el bajo plato cumple otra función que es la de proteger el mantel de manchas.